domingo, 25 de diciembre de 2016

59. Intentando enamorar a Hanako



Desde el primer momento, Sota y yo empezamos a quedar de manera regular para "transformarle". Le llevé a la peluquería a que se tiñese, a hacerse un piercing y estudiamos algo juntos. Aún no sé cómo pudo tener tanto dinero y voluntad de cambiar tan rápido para cortejar a la chica que le gustaba (o bueno, tal vez un poco...). También compramos dos auriculares con micrófono para el gran día. Servirían para que yo pudiese manejar la conversación en caso de que se trabase.

Llegó ese día, el 23 de diciembre y decidimos arriesgarnos para llamar a la casa de los Yamada para ver si Hanako y él podían salir un rato juntos.

- ¿Te sabes hasta la dirección de su casa...? - me preguntó Sota extrañado.

- Claro. Está cerca de mi casa. Si no, ¿cómo ibas a conseguir su corazón?

- Ya...

Supongo que él no podía evitar pensar en que era una rara por ayudar tanto, pero le tenía en su sitio. Yo era la que le estaba ayudando, yo era la que era un año mayor que él, yo era la que mandaba allí mientras él simplemente se dejaba manejar por mis hilos.

Me escondí. Pusimos en funcionamiento nuestros auriculares y él llamó a la puerta. Para mi sorpresa quien abrió la puerta fue Taro.

- ¿Hola? - dijo extrañado.

Sota se quedó callado, quería que le dijese exactamente lo que tenía que hacer en ese momento, sin embargo me quedé petrificada observando a Senpai.

- ...?

- H-Hola... Y-Yamada-senpai ¿Está por ahí su hermana?

- ¿Hanako-nee? Claro ¡HANAKOO!

Tras un breve rato, apareció Hanako vestida con ropa de estar por casa de panda.

- ¿Quién eres?

- H-Hola Yamada-san... s-soy Sota Yuki....

- !! ¿SOTA-KUN? - Hanako se le quedó mirando. Por la cara sonrojada que puso supuse que aprobó su nuevo look - E-Estás... diferente.

- Gracias, jejeje oye, quería decirte que si podías salir un rato.

- ¿Cuándo? ¡¿Ahooora?!

- S-Sí, a ser posible. Solo será un rato, solo... solo para oír tu voz y descansar de los estudios.

- ¿T-Tanto estudias tú...? Oh.. pues es que yo iba a...

- Puedes salir ^^ Mañana nos veremos en la ciudad Sizuta a las 10. Irás con mamá y luego nos veremos en cuanto termine yo de estudiar y vaya hacia allá.

- B-bueeeeeno >.<

Entonces pasó un rato y Hanako regresó esta vez con un bonito abrigo rojo y bufanda blanca.

Salieron de casa y hablaron mucho... En algunos momentos se quedaba en blanco y yo le decía que la dijese lo bonita que estaba o cosas así, puaj. Tras un buen rato, Hanako tenía que irse.

- Jijiji, me lo he pasado muy bien, Sota-kun ^^

- Yo también ^^ espero que lo pases bien en estas fiestas. Y si pudieras salir otro día de estos...

- Gracias ^^ Hablaremos ♥

- Ahora - le dije.

- Un momento.

Sota le agarró suavemente de la mano. Hanako le miró sorprendida.

- Quería decirte...

- ¿Sota-kun?

- ... Eres preciosa.

Hanako se sonrojó.

- Quería decirte... que me gustas mucho, Yamada-chan.

- !!!!! ¿N-nani?

Ella se puso roja como un tomate. Se quedaron en silencio y a Sota casi le daba un infarto de la vergüenza.

- Yo... Sota-kun... Gomene... Yo... Le prometí a alguien que desde Navidad nadie nos iba a separar. Porque quiero estar con él siempre.

- !!!! ¿QUÉ? :'( ¿Q-Quién?

- Mi hermano, Taro-kun. Quiero estar con él.

- ¿SENPAI? - chillé en el oído de Sota sin pensar.

- AAUUU!!!! - se quejó este ensordecido.

- Perdón. Dile que la quieres.

- Te quiero.

Hanako le miró triste.

- Estás muy guapo... me has sorprendido. Y además nos hemos conocido más, pero no puedo corresponderte.

Hanako se fue corriendo y Sota no la siguió. Salí de mi escondite. Sota se quitó el auricular y lo tiró al suelo.

- He perdido el tiempo. Y además es incesto.

- No debes rendirte, Sota-kun. Cambiará de opinión.

- ... ¿cómo?

- De eso me encargo yo.

- ... Oye... Aishi-senpai... ¿haces esto por su hermano: Taro Yamada-senpai?

- .... ....

- ¿A-Aishi-senpai?

- La única manera de separarles... es haciendo que Yamada-senpai pierda reputación frente a su hermanita.



Una vez más, gracias por leer mi fic ^^ espero que paséis una feliz Navidad y felices fiestas♥



viernes, 16 de diciembre de 2016

58. Comienzan los nuevos planes


Aquella semana era la última del año en la que iba a haber clase debido a que era Navidad. Los últimos días estuvo nevando y la ciudad fue adornada con luces, guirnaldas y decoraciones navideños para celebrar las fiestas.

Mi madre me llamó al teléfono diciendo que ellos se quedarían más tiempo en Estados Unidos, por lo que serían mis primeras navidades sola. No me importó en absoluto, de hecho así podía pensar mejor en Senpai. Le iba a poder ver haciendo muñecos de nieve y paseando... aunque la estúpida de su hermana no le dejaba respirar.

En cualquier caso, ocurrió algo que me llamó la atención justo el último día de clase. Decidí stalekar a Hanako Yamada para ver qué hacía cuando no estaba con Senpai. Aunque esos ratos eran escasos, me fijé en que un chico rubio de pelo corto (¡EL PELÓN!) en su clase la miraba mucho. Le hice una foto a su cara para mandársela a Info-chan y que le identificase. Aquel chico se llamaba Sota Yuki, y había sospechas de que su crush fuese Hanako.

Sota se acercó a ella y hablaron. Él parecía que le daba vergüenza. Hanako dijo que se fue y él puso cara de tristeza. Se llevó la mano al pecho ¿Sería posible que...?

- ¿Hola? - se dirigió a mí extrañado de que me hubiese quedado mirándole.

- Hola - dije.

- ¿Eres de segundo, no?

- Sí. Soy Ayano Aishi.

- Oh, ¡hola! Yo soy Sota Yuki.

- He visto que mirabas mucho a tu compañera de clase, con la que acabas de hablar.

- Ah sí... Ella es Hanako Yamada-san...

- ... ... ... ¿Es muy guapa no?

- Q-QUÉ? O////O ¿Por qué preguntas eso, Aishi-senpai?

- Parece que te gusta.

- B-Bueno... ¿p-por qué tendría que decirte eso?

- Puedo ayudarte.

- !?!?! ¿Cómo? ¿Ayudarme a qué?

- A conquistarla.

- ... Pero...

- Búscame en Facebook. Averiguaré cómo puedes gustarle a Yamada-chan.

Me fui. No tenía idea de cómo iba a averiguar lo que le gustaba a Hanako... pero tal vez si ella y Sota acabasen juntos, a ella no le importaría que Senpai tuviera novia y... ¡podría ser mío por fin! Y además aquello no iba a conllevar sangre... creo. Poco podía hacer con las cámaras de seguridad de la Corporación Saikou, la empresa de tecnología más prestigiosa del país, asique aquello tenía que salir perfecto.

Fui a buscar a Hanako, pero ya estaba otra vez con Senpai. Tenía que fijarme en el tipo de chico que le gustaba... ¿tal vez alguien parecido a Senpai? ¿alguien parecido a un Ken de Barbie?

- Oniii-chaaaaaan~ - dijo Hanako felizmente. - Pronto va a ser Navidad y pasaremos mucho tiempo juntos ¡Y vendrán Papá Noel y los Reyes Magos! ♥

- Jajajaja, tienes ganas, Nee-chan ^^

- ¡Muuuchas! ¡Pienso pedir un deseo especial! ^D^

- ¿Ah sí? ^^ ¿Cuál?

Hanako se pegó a su brazo.

- ¡Estar juntos por siempreeee♥!

OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOJJ No sé cómo no rompí la pared.

- Hey, Nee~ ¿quién es el chico de tu carpeta?

- Oh... pues.... - Hanako se sonrojó, cosa que me llamó la atención. - Es un cantante de K-pop, nada más.

- Creo que le vi en algunas tiendas. A muchas chicas os gusta.

- Bueno, pero no es tan cariñoso y bueno como mi Oniiii-chan ^/////^ Además nunca estaré con alguien tan listo y guapo como él...

...

...

...

...

¿Seguro?

De noche abrí el Facebook y no recibí nada de Sota. Me enrabió un poco y me puse a mirar los perfiles de la gente. Vi los antiguos mensajes de personas que nos habían dejado... Saki Miyu, Kokona Haruka... incluso el ambiente también era oscuro en Facebook.

También estaba el antiguo Facebook de Budo Masuta. Aunque apenas estuviese actualizado, sí había algunas fotos suyas de él en competiciones de kárate donde quedaba en muy buenos puestos, y varios selfies de alguna quedada con sus compañeros del club... el club de artes marciales ya extinto. Al ver eso sentí que se me encogía el corazón... de alguna manera lo de Budo me afectó un poco más que lo del resto... ¿Eso era lo que era sentir pena? ¿Yo... estaba sintiendo emociones? ... ¿Era posible que Budo... pudiese haber sido un rival para Senpai? ... Qué estaba pasándome...

Saltó el típico sonido de un nuevo mensaje en Facebook. Otro. Tenía una notificación de amistad de Sota. Dejé de pensar en lo anterior y le di a aceptar. Sota me había escrito.

SOTA: Hola... Soy Sota, de primero. En el recreo me dijiste algo de que podía conquistar a Yamada-san y... Bueno, quería saber lo que tenías planeado. Adoro a esa chica y ojalá...

AYANO: Hola Yuki-kun. Quería ayudarte con lo de Yamada-chan, nada más. Sé que a ella le gusta el cantante de K-pop Harato Hayuki, un chico cariñoso y amable además de guapo e inteligente. Creo que si te parecieras más a él tendrías más posibilidades de ganarte a Yamada-chan.

SOTA: Mmmm... tendría que teñirme el pelo de verde, dejármelo largo y ponerme un pendiente... además de estudiar más. No sé si voy a poder... ¿Cómo podría acercarme a ella con esas pintas?

AYANO: Yo me encargo de eso. Te diré en todo momento lo que tienes que decir. Por ahora prepáralo todo en estas vacaciones. Si necesitas ayuda en el estudio te puedo ayudar con eso.

SOTA: Vale... Gracias, Aishi-senpai... pero... ¿por qué lo haces? ¿No tendrás un plan detrás de todo esto?

AYANO: Tranquilo... solo... me llevo bien con su hermano y él anda preocupado.

SOTA: Aajjjj... es que están todo el rato juntos y siempre pensé que sería imposible tener que separarles aunque sea un minuto...

AYANO: Seréis novios. A partir de ahí estarás siempre con ella.

SOTA: .... Mmmmm ojalá eso ocurra. Muchas gracias.

AYANO: Hasta la próxima.

...

...

...

En estas Navidades me toca hacer de Cupido... vaya.




jueves, 8 de diciembre de 2016

57. ONII-CHAN


Su nombre era Hanako Yamada. Lo ponía en el buzón de la casa de Senpai ¿Cómo no me había fijado en eso antes, que Senpai tenía una hermana pequeña?

Era su primer año de instituto y se supone que estuvo en otro fuera de la ciudad, pero según escuché, ella quería ir a este para estar junto a su hermano mayor. Es una niña "kawaii", delicada, mona... es la princesita de la casa y Senpai la adora. Es morena como él, con coletitas y un broche de corazón, ojos oscuros y medias blancas.

Y cualquiera que esté leyendo esto dirá,"bueno, Yandere, ¿qué problema hay? ¡es su hermana! ¡No puede haber incesto entre ellos como para que esa chica te quite a Senpai!" Pues mira... resulta que esa niña está ABSOLUTAMENTE TODO EL RATO pegada a su brazo. No le deja suelto un solo momento, y claro, como Senpai siempre está al margen del resto de estudiantes, no tiene ningún problema con estar con su hermanita pequeña.

Llegó el lunes, el comienzo de una nueva semana para el Akademi High School... el miedo asomaba por cada rincón de la escuela. Había corrido la voz y muy pocos alumnos se atrevieron a ir a clase, sin embargo estaban Midori, Pipi, Ryoto, Senpai, Hanako... aún quedaban personas por ahí, los pocos valientes que se atrevían a ir a clase, y los del Club de Fotografía, que este se volvió prácticamente en el Club de Investigación clandestino, en el que por supuesto, Mina Rana, la chica que antes estaba en el Club de Kárate, se unió para conseguir pruebas contra mí. Eso iba a ser un gran problema si quería volver a encargarme de alguien...

Las muertes de Budo y Osoro no dejaban tranquilo a nadie. El Club de Artes Marciales había cerrado y todos se sentían vulnerables al irse los más fuertes del instituto. Algunos hablaban de llamar a la presidenta del Consejo Estudiatil... mi peor enemiga.

Aún seguía preocupada por esa chica, la que me amenazó por ordenador, y por mis pesadillas con esa que se hacía llamar Fun Girl, las hermanas Basu y sus advertenciasr... había preguntas sin respuesta que hacían que actuase con cautela si no quería acabar en el hoyo.

Aquel lunes a la hora del recreo quise ir al Info Club a hablar seriamente con Info-chan. Quería dejar las cosas claras con ella, además de que cada vez notaba algo mucho peor en ella, sí, peor que cuando la conocí. Parecía como menos dispuesta a ayudarme, incluso a veces juraría que en cualquier momento me delataría, cosa que no tendría sentido porque también caería ella como cómplice, pero esa sensación no se me quitaba del cuerpo y eso no me gustaba nada.

Como siempre, Info-chan se negaba a abrirme para pasar al Info Club. Ella siempre quería que la hablase por esa aplicación para stalkear a todos los estudiantes del instituto... que aunque dé mal rollo era extremadamente útil, pero yo necesitaba mirarla a los ojos y comentarle todo.

- ¿Tanto miedo le tienes a esa pequeñaja? - dijo Info desde el otro lado de la ventana.

- No quiero que Senpai se aleje de mí...

- Ve el viernes a confesarte ¿No es lo que querías?

- Eh... ¿cómo sabes? - aquello solo se lo había dicho a las hermanas Basu.

- Soy Info-chan. Los secretos son mi especialidad.

- Ahora que caigo, las Basu no han venido hoy a clase ¿Sabes qué las ha pasado?

- Ah, no sé.

- Vaya, ¿Info-chan no sabe algo?

- Tú ocúpate de estar preparada el viernes y confesarte de una vez a tu querido Taro-senpai.

Info-chan me cerró la cortinilla. Cada vez más arisca... antes tenía la sensación de que se reía de mí o que me manipulaba de alguna forma y ahora parecía como que me evitaba, como que estaba maquinando una cosa que no podía saber...

Realmente me pareció lógico lo que me dijo: prepararme para este viernes. Con o sin hermana, Senpai iba a ser mío.

Fui a la entrada donde las taquillas. Abrí la mía y ahí vi mi carta de amor para él, la que escribí aquella noche después de conocernos... qué ganas tenía de confesarle mis sentimientos...

- Si tienes una novia, no me harás caso más, ¿verdad? :(

Era la voz de Hanako. Estaba con Senpai. Me escondí y traté de que no me viesen.

- Jajaja, qué dices, Nee-chan ^^ Yo siempre estaré para ti.

- ¡No, no, no! Sé lo que pasará si tienes una novia. Me apartarás, te olvidarás de mí y le mimarás a ella ¡No quiero que eso pase! ¡No quiero que tengas novia NUNCA! >~<

...

....

....

....

....

Tengo que hacer ALGO.

- ¿Aishi-chan? - preguntó Senpai. Estaba con su hermana. Y me estaban mirando. Me estaban mirando. Me estaban mirando. Cerré rápidamente mi taquilla. Esperé que no viesen la carta.

- H-H-Hola.

- ¿Cómo estás? - preguntó amablemente Senpai, aunque mirándome raro, tal vez porque estaba apunto de explotar de los nervios. Ay, qué guapo es.

- Bien......... a......

- Oniiiiii-chaaan, ¿quién es? >:(

- Oh, no os he presentado. Ella es Ayano Aishi-chan, de segundo. Esta es mi hermana, Hanako-chan, va a primero, vino la semana pasada.

No pude evitar mirarla muy mal. Esta retrocedió un paso ¿Tanto me pasé con la mirada?

- ¿Aishi-chan, va todo bien?

- Pues...

Sonó el timbre indicando que había finalizado el recreo. Salvada por la campana, corrí a clase apunto de estallar de locura.



jueves, 24 de noviembre de 2016

56. Por poco...



Los padres de Budo fueron a la policía para denunciar su desaparición. En esta ocasión, los agentes vinieron con perros para poder rastrearle. En cuanto me enteré cogí un gato y lo maté para que su olor despistase a los perros.

- Seguro que ha sido el maldito asesino del instituto... - dijo Sho Kunin, un compañero del Club de Kárate y mejor amigo de Budo Masuta.

Mina Rai apretó el puño. Pareciera que estuviese a punto de llorar, pero no fue así. Echó una mirada al entorno y me miró:

- Supongo que estarás contenta de que cerremos también nuestro club.

- ¿Eh? - dije.

- No te hagas la tonta.

Shima Shita se puso en medio.

- ¡Mina-senpai! ¡¿Qué estás insinuando?! ¡Ayano-chan es una de los nuestros!

- O al menos eso es lo que le conviene. Dime, Shima-chan, chicos, ¿no es curioso que a cada club que vaya Aishi-chan acaban cerrándolo porque le ha pasado algo a su líder?

- ¡También han desaparecido los delincuentes junto a su líder! - apuntó Juku Ren.

- Otra líder... ¿qué pasa, Aishi-chan? ¿Pretendes acabar con todos los líderes? ¿Es por algún libro de esos que hayas leído? Según me dicen, el año pasado estabas sola.

- Rai-senpai... - dije, aunque no pude evitar cierto tono de enfado - ... No sé qué estás diciendo.

- La típica frase de hacerse la víctima cuando en realidad eres la culpable - dijo Mina.

- ¡MINA! - dijeron todos los demás del club de Kárate.

- ¿Ayano Aishi? - dijo un policía.

Todos le miraron.

- Acompáñeme.

- Espero que el inspector la examine... estoy segura de que es ella - dijo Mina Rai.

A esa maldita despechada había que matarla... Lo peor fue cuando apareció Senpai. Me miró con cierto miedo en su rostro y no supe si creía a Mina Rai o qué narices estaba pasando. Solo esperaba que eso no me alejara de su corazón...

Entré al despacho donde estaba el inspector. Era el mismo imbécil de hacía semanas, cuando ocurrió lo de Koharu, la antigua líder del Club de Cocina. Al lado estaba el director del instituto.

Hacía tiempo que no veía al director... Era un hombre triste. Se llamaba Kocho Shuyona y tenía casi 60 años. Tenía el pelo castaño con canas, gafas circulares y tenía barriga cervecera. Ese día llevaba un jersey verde con pantalones beige.

- Hola de nuevo, Aishi-san. Siéntese, por favor - pidió el inspector.

Me hizo un interrogatorio. Dónde estuve por la tarde, qué clase de relación tenía con los desaparecidos, qué creo que podría haberle pasado... Yo por supuesto mentí, dije que en cuanto terminé las clases de kárate y hablé un rato con Budo me fui a casa a leer manga.

- ¿De qué hablaron Masuta-san y usted?


- De mis progresos en el club. Sí, estaba muy implicada en las actividades.

- Eres como tu madre - añadió el director. Sí, en efecto en la época de mi madre también él estaba como director, recién llegado además. Esbozó una pequeña sonrisa que le duró medio segundo.

El inspector sonrió:

- Es curioso. Según el historial de casos te has unido a todos los clubs que debido a estas desapariciones han tenido que cerrar.

- Sí, es bastante curioso - dije intentando dar pena. -Debo tener una maldición o algo...

- Es posible... ¿sabe qué, director? Esto me recuerda al caso que hubo en este mismo instituto sobre una chica desaparecida en los años 80 ¿Se acuerda usted?

- Oh... sí... - respondió melancólicamente.

- Después de decirle a Aishi-san que vuelva con sus amigos ¿me lo podrá volver a contar?

- Ah... sí... claro... por supuesto.

El inspector sonrió satisfecho.

- Puede marcharse.




- ¿QUÉ LA HAN SOLTADO? ¡SE ESTÁN EQUIVOCANDO! ¡ELLA ES...!

Shima, Sho y Juku callaron a Mina. Al menos tenía a 3 que confiaban en mí. Midori Gurin estaba haciendo fotos como siempre, pero para mi sorpresa no vino a asaltarme como solía hacer. De hecho me miró y no hizo nada.

- ... Qué raro - murmuré.

- Eso mismo digo yo.

Me giré. Eran las hermanas Basu.

- Vosotras.

- ¿Segura...? - preguntó Inkyu a su hermana Sakyu.

- Sí - respondió esta - Venimos a felicitarte. De nuevo vuelves a ser declarada inocente.

- Ungh...

- Solo venimos a advertirte un par de cosas ¿Te acuerdas de ELLA?

- ¿Ella...?

- La chica de la videollamada de Skype.

- !!! - Aquella chica me había amenazado en cuanto me vio ponerme al ordenador. Ella sabía quién era, qué había hecho... lo sabía todo - ¿Quién es?

- Eso pronto lo descubrirás, nosotras no te lo podemos decir - dijo Sakyu, - sin embargo, quiero que sepas que se le ha comunicado lo que ocurrió verdaderamente ayer. Al parecer se te escaparon varios súbditos de Shidesu-san, claro que no iban a ir a la poli ya que eso iba en contra de sus principios como vándalos... por lo tanto fueron a su casa a contarle a ella lo ocurrido.

- ... Supongo que tampoco me diréis dónde esta esa casa suya.

- No. Pero a cambio te estamos advirtiendo. A partir de mañana van a instalar unas cámaras de seguridad. El director ha dado su brazo a torcer y lo ha consentido. Ten cuidado con tu próxima víctima.

- No van a haber más víctimas. Hoy mismo es viernes. Voy a confesarme a Senpai.

-!! Ohhh, vaya. Me alegra escuchar eso ¿Quieres varios consejos para cuando te toque... ya sabes... ser suya en la cama? ;3

- QUÉ O//////O - mi corazón se disparó.

- Jijijiji~ Bueno, Yandere-chan... parece que tu misión acaba aquí.

- Ten cuidado - intervino Inkyu.

Según vi, la hermana pequeña Basu no estaba segura de si decirme eso desde hacía tiempo, pero parece que se decidió por fin.

- ¿Más cuidado aún? - pregunté.

- Alguien que presume tener confianza contigo... te traicionará.

- ¿Quién? ¿Qué?

- ¿Lo has visto en una visión? - preguntó Sakyu a su hermana.

- Sí... algo así.

Maldición... hablar con esas dos siempre me ponía los pelos de punta. Siempre decían que me explicarían ciertas cosas, y más que respuestas me creaban más preguntas. Eso y que no eran nada más ni nada menos que una súcubo y una vampira.

- En fin. Hablaremos - dije - No pienso perder un minuto más.

Saqué la carta que una vez escribí contando mis sentimientos. La escribí justo en la misma noche después del primer día de clase. Después de chocarnos y conocernos... Desde entonces siempre soñé con que Senpai la aceptaría. Todo eso ocurrió mucho antes de todo esto... las muertes, las rivales, las mentiras...


Pero por fin era la hora. Por fin era el momento de que Senpai fuese mío. POR FIN IBA A CONFESARLE TODO LO QUE SENTÍA ♥

- ¡ONI-CHAAAAAAAAN!

- ¿Mmm? ¿Qué fue eso?

Me giré y me quedé en blanco. Una niña de coletas abrazó a Senpai.

- Ups - comentó Sakyu. El mundo volvió a tornarse oscuro.



jueves, 17 de noviembre de 2016

55. Me mancho de pintura roja



Tenía los ojos cerrados abatida, sin embargo, de pronto empecé a oír gritos que no eran ni ánimos a acabar conmigo ni insultos hacia mí... eran gritos de pánico. Abrí los ojos y vi a un chico que estaba pegando a los delincuentes con una agilidad increíble. En su mano llevaba una katana enfundada con la que les pegaba. Era Budo Masuta.

Unos delincuentes yacían inconscientes en el suelo. Otros huyeron. Después de todo aquel caos, Budo me levantó.

- Auch - me quejé.

- ¡¿EN QUÉ ESTABAS PENSANDO, IDIOTA?

Le estaba dando un ataque de nervios. Me veía en ese estado con todo mi uniforme sangrando, un cuchillo en el suelo y a Osoro muerta... Me quedé callada y mientras Budo miraba estupefacto la situación, recogí mi cuchillo.

- Ayano-chan... ¿Qué significa...? ¿La has...?

Le miré seria.

- Matado.

Él me miró. Podía notar su miedo.

- Has matado a una persona... Has matado a Osoro... Si te descubren... No puedo... Tú no puedes ser quien...

- Budo-senpai... ... yo soy la asesina del instituto.

Budo no logró reaccionar, cosa que me sorprendió. Le acuchillé, de la manera más limpia que pude. Al menos no quería que sufriera del dolor.

- ... Ayano-chan..... agh... yo... te quería...

El cuerpo de Budo cayó inerte

- Ya no hay nadie que se interponga entre Taro-senpai y yo. Nadie.

Me dolía todo el cuerpo. No sé cómo no pude haberme roto las costillas o algo. Fui a la caseta y encontré una herramienta que hace tiempo quería usar: la sierra mecánica. La puse en marcha y desmembré a Osoro y a Budo. Su cabeza... sus brazos... sus piernas... todo lo separé en distintas bolsas de basura. Las acumulé todas en un cubo, y fui con él al incinerador para quemarlo todo. Limpié todo lo que pude el Club de Jardinería, quité todas mis huellas, recogí mi cuchillo de allí. También me llevé conmigo la katana de Budo. Solo me faltaba ducharme y cambiarme de uniforme.

Fui a los vestuarios y, para mi sorpresa, me encontré con alguien.

- ¡YAN-CHAN! ¿QUÉ TE HA PASADO? DDDDDDDDDD:

Midori Gurin estaba con su cámara de siempre. Al parecer estaba haciendo fotos al vestuario.

- He estado pintando con una amiga del Club de Arte - dije rápidamente, aunque mi cara debió darle tanto miedo que Midori se puso blanca.

- ¿T-Tú pintas...?

- Es para una fiesta de Halloween.

- O-Oh... lo haces muy bien... ¿Dónde es?

- En... Sizuta Town.

- Oh... genial... bueno, hasta luego.

- ... Adiós.

No me apetecía ir a por ella. Ya había tenido suficiente por ese día. Gran error por mi parte.


miércoles, 9 de noviembre de 2016

54. Yandere-chan VS La líder de los delincuentes


Terminé las clases y las actividades del Club de Kárate. Tras quitarme el traje y ponerme de nuevo el uniforme, Budo se acercó.

- Hoy te he visto más motivada de lo costumbre.

- ¿Sí?

Lo que él no sabía es que estaba entrenando para la pelea con Osoro.

- Sí ¡Me alegra saber que te gusta tanto el Kárate! Pero debes tomártelo con calma.

- Tú no te lo tomaste con calma, Budo-senpai.

- Bueno jejeje, es que a mí me gusta MUCHO.

Alguien carraspeó.

- Budo-senpai~ - era Mina Rai - ¿Querrías salir un rato a la cafetería para hablar?

- ... Oh, lo siento, Mina-chan. Debo quedarme aquí a recoger, pero otra vez será.

- O-Oh... - me miró, con cierto desprecio a mi parecer - Claro... Nos vemos mañana entonces. A-Adiós.

- Hasta mañana, Mina-chan - dijo Budo un tanto tarde, cuando Mina ya se había dado la vuelta. Esta se fue.

- ¿Te gusta Rai-chan? - pregunté sin más.

Budo me miró alarmado. Parece que le asustó mi inexpresión en aquella pregunta tan comprometida. Él respondió:

- ¿Qué? ¡Claro que no! ¡Solo es una muy buena compañera del club!

No sé porqué pero me imaginé a Mina escondida escuchando nuestra conversación a punto de echar a llorar. Parecía un amor no correspondido ¿A quién le gustaba Budo entonces?

- Me gusta otra persona - añadió él.

- ... ¿Osoro?

- ¡NO! Bueno... en su día sí, pero tal y como están las cosas no.

Cogí mi mochila y me dispuse a irme. No quería seguir escuchando.

- A mí me gusta... una chica misteriosa que apareció hace poco en mi vida.

Tenía que irme. Tenía que irme.

- Me alegró mucho saber que quería unirse a mi club. Después de verla entrenar tan motivada no pude evitarlo. Además de que es extremadamente linda... Y es que ella es la luz que hace que este oscuro instituto no sea peor. Hace que cada día sea importante para mí, sobre todo cuando estoy a su lado... ayudándola en Kárate, ayudándola en todo lo que necesite... porque sé que necesita más ayuda, pero ella es misteriosa y no me dice más que asuntos del Club y preguntas extrañas acerca de Osoro y quién me gusta... ¿Ella no se da cuenta... de que quien me gusta es ella?

Mi mente quedó en blanco. Salí corriendo.

No podía complicar más las cosas. Ese era el momento en el que debía darle una paliza a Osoro.

Completamente en tensión, bajé las escaleras, fui hacia el jardín de detrás del edificio y tiré mi mochila por los aires. Vi al grupo de delincuentes, en vez de estar como siempre al lado del incinerador, estaban dentro del Club de Jardinería, destrozándolo todo, tirando al suelo las herramientas de la caseta, estropeando las plantas cultivadas por los estudiantes del Club, arrancando flores, tirando abono por todas partes... En cuanto vi a Osoro no me lo pensé dos veces, me lancé contra ella.

Pocos de ellos me vieron venir y menos se esperaban que mi aparición fuera a ser de aquella manera. Osoro me apartó de un manotazo como a un muñeco. Era más fuerte de lo que pensaba.

- Vaya~ Asique a final has venido...

El resto de delincuentes se pusieron en círculo alrededor nuestro, mirándome con desprecio y vitoreando a su líder.

- VAMOS, MACHACA A ESA NIÑA.

- PÁRTELE LA CARA.

Me daba igual lo que dijesen, yo estaba allí por Senpai. Si la vencía, ella no le tocaría y por fin yo podría confesarme, podría conquistar su corazón; porque eso era lo que quería ¿no? Quería a Senpai... me daba igual todo lo demás. Si había matado a tanta gente, era por él. Si me había unido a distintos clubs, era por él. Si me había poseído un demonio, era por él. Si me había unido al Club de Kárate para ser más fuerte... era por él. Y no por nadie más.

- Qué callada eres... - comentó Osoro - ¿eres una mosquita muerta? Me sorprende que hayas querido llegar a tal extremo ¿Por qué lo haces? ¿Por joderme? ¿Por justicia? ¿Por una apuesta?

- Tú deja en paz a Taro Yamada - cerré los puños.

Osoro se quedó demasiado tiempo en silencio. Se puso más seria que nunca.

- No me digas que te gusta él...

Cruzamos miradas. Las dos sabíamos qué era lo que pasaba. Éramos rivales en el amor. Osoro se quitó su abrigo. Vi todo su cuerpo lleno de vendas, cortes, heridas, cicatrices, el uniforme medio roto, y su robusta musculatura.

Nos lanzamos la una contra la otra y la batalla comenzó.

Lo primero que ella hizo fue pegarme en la tripa y yo gritar de dolor. Ella era rápida y bruta. Era como una pelea entre un elefante y una hormiga. Pensé en las técnicas que me enseñó Budo. Pegué patadas e hice ganchos, pero de poco sirvió después de que ella fuera directa a mi garganta y a mi cara.

"De acuerdo..." pensé. "Se acabó hacerse la buena."

Pensé en Senpai, en su sonrisa, en su mirada, en todo su ser. No iba a renunciar a él por nada del mundo. Me lancé contra Osoro y la tiré del pelo mientras la pegaba en la cara. Le hice sangrar la nariz. Ella gruñó y me cogió para tirarme al suelo. Se puso encima de mí. Los demás delincuentes se acercaron.

- DEJÁDMELA A MÍ - ordenó ella - HIJA DE PUTA, TE HARÉ SUFRIR.

Me pateó y se agachó para seguir pegándome. Me dolía todo, parecía que iba a morir... cuando saqué mi as bajo la falda.

RASHHH

La pegué un tajo en la muñeca. Ella se quedó atónita viendo cómo sangraba.

- Pero qué...

Aún con dolor por todo mi cuerpo, me pegué a ella clavándole mi cuchillo en el corazón.

- A-Agh... a... a-asique eras tú... zorra... aj...

Osoro dejó de respirar y murió rendida. Los demás delincuentes se quedaron estupefactos pero no tardaron en reaccionar.

- ES UNA TRAMPOSA. UNA ASESINA.

- QUE LA HA MATADO, JODER.

- SEGURO QUE ES LA ASESINA DEL INSTITUTO.

Miré a todos los delincuentes. Conté 10 en total. Iba a ser difícil, y más yendo con bates de béisbol.

Esquivé a unos, acuchillé a otros, pero fue inevitable que dos me cogieran y los demás se liaran a pegarme mientras me sujetaban. Estaba acabada. Game over.


jueves, 3 de noviembre de 2016

53. Debería cambiar la contraseña del Facebook


Antes de empezar el capítulo, me disculpo por no haber subido capítulo la semana pasada, ya que estuve de viaje al Salón del Manga de Barcelona (Podéis ver el Vlog en mi canal Viicky Scarlet xD) 

Bien, hecho el "spam" del canal, os inserto un vídeo de Vyze muy interesante que habla sobre un vídeo oculto relacionado con Fun Girl en el penúltimo vídeo de Yandere Dev~

PD: Me encantó el último vídeo de Yandere Dev especial de Halloween ¡Tenéis que verlo! *D*

¡Disfrutad del capítulo! Un abrazo ^^

Cuando me desperté, el reloj marcaba exactamente la hora a la que empezaba la primera clase. Salté de la cama, me vestí con rapidez y me metí la tostada en la boca mientras cogía la mochila. Estuve corriendo durante todo el camino al instituto . Aquello me daba grandes recuerdos de cuando Senpai y yo nos conocimos...

Una vez llegué a la entrada, miré el reloj del móvil y vi que no me iban a dejar pasar, asique decidí esperar en la puerta para la siguiente clase. Fue entonces cuando alguien se acercó a mí... era Osoro Shidesu.

- ¡TÚ! ¡NIÑA!

Me cogió de la camisa de manera agresiva.

- ¡¿Qué estás...?!

- Hacía tiempo que nadie se atrevía a retarme. Tienes ovarios JAJA

No entendía nada de lo que decía.

- No me mires con esa carita ¿O es que a caso ya te has acojonado?

- No te he retado.

- ¿Me estás vacilando? ¿Entonces quién cojones me ha mandado el mensaje de Facebook? ¿Un fantasma?

- ¿Mensaje de Facebook...?

- Deja de hacerte la tonta.

Saqué el móvil rápidamente. Abrí la aplicación de Facebook y fui al apartado de mensajes. Me dio un vuelco al corazón ver un chat con Osoro Shidesu empezado por mí que ponía "Me hace gracia que te hagas llamar líder de los delincuentes solo con creerte la fuerte cuando en realidad no eres más que una fracasada. Mañana pienso pegarte una paliza. Será muy divertido."

"Un fantasma.... Un fantasma.... Será muy divertido" No entendía cómo había podido ocurrir eso, pero todo encajó a la perfección.

Osoro me quitó el móvil.

- DEVUÉLMELO - dije.

- Ni de coña. Si tan valiente eres y quieres tu móvil, nos reuniremos esta tarde cuando todos se hayan ido. Detrás del edificio, junto al Club de Jardinería.

Me quedé callada sin decir nada. Osoro sonrió con maldad y cuando estaba apunto de irse añadí con un tono oscuro que hizo que hasta se diera la vuelta para verme.

- Si pierdo, me quedo sin móvil. Pero si pierdes tú....

- ????

- Renunciarás a Taro Yamada.

- !!!!!!! ¡¿Cómo?!

Tal vez fuese la primera vez en mucho tiempo que se le desencajaba la mandíbula. Noté cómo su cabeza trataba de encontrarle sentido a lo que acababa de decir, aunque más bien yo estaba más preocupada por mi incapacidad de contactar con Info-chan y por enfrentarme esa misma tarde a la persona más fuerte del lugar.

Osoro se fue, sin decir nada. Por otro lado yo me fui al instituto a asistir a la segunda clase del día, aunque desde luego no iba a atender mucho ¿Cómo iba a poder vencer a Osoro? ¿Y quién es Fun Girl y por qué se comporta así?

- Debería cambiar la contraseña del Facebook - murmuré.


lunes, 17 de octubre de 2016

52. Fun Girl



Le pasé un par de fotos de bragas de Midori e Info-chan me trajo noticias frescas. A Budo le gustaba alguien, el problema es que Info-chan no podía averiguar quién exactamente. Vaya...

Sin embargo lo que de verdad me reconcomía la cabeza era Osoro. Cada vez quedaban menos días para el viernes y esa maldita delincuente se iba a quedar con Senpai. No parecía tener ningún tipo de debilidad, siempre estaba acompañada, era fuerte y estaba atenta a cualquier cosa que pudiese atentar contra su vida.

Mi nueva enemiga era dura. Estaba encaprichada con la persona a la que yo amaba y, aún encima, si me acercaba a ella ya podían darme todos por muerta.

"Divertido... un juego muy divertido..."

Me alarmé al escuchar semejante voz tan cavernosa y oscura. Miré para todos lados y no vi nada raro. Mi habitación estaba como siempre.

"Me gusta tu forma de divertirte... Yandere-chan~"

Y ante mí se me apareció una chica espantosa. Llevaba el uniforme del instituto, pero era gris. Su piel era blanca y sus ojos... sangraban color negro. Su pelo era blanco y estaba desordenado, intentando ser recogido por unas coletitas altas. Y la figura en general parecía como que se iba a desvanecer en cualquier momento. Esa cosa no era de este mundo.

Cogí rápidamente el cuchillo de mi mesita de noche y la amenacé aun sabiendo que no serviría para nada.

- ¿Quién eres?!

"Soy una persona apartada de este juego. El creador me borró. Y esa decisión no me gustó..."

Se acercó a mí. No podía saber si tenía ojos, ya que casi toda su cara estaba bañada en esa sangre negra. Y no entendí una sola frase de lo que dijo.

- ¿Qué...?

Extendió la mano y escribió en el aire. Me pareció haber leído "666".

"Duerme, Yandere-chan~ Mañana morirás frente a esa chica a la que llamas rival".

- FUERA DE A... QUÍ....

Mi cuerpo no respondía a mis órdenes, mi mano dejó caer mi cuchillo y me tiré a la cama incapaz de moverme. Perdí la vista y caí dormida. Lo último que escuché fue:

"Me llamo Fun Girl. Y pienso jugar contigo hasta el fin de tus días."


jueves, 13 de octubre de 2016

51. Budo me echa la bronca

- ¡¿En qué estabas pensando, Ayano-chan?! ¡¿Por qué quieres acercarte tanto a esa delincuente?!

Budo Masuta me observaba preocupado y a la vez un tanto enfadado. No comprendía mis verdaderas intenciones, ni siquiera sospechó un segundo que pudiera sentir algo por Taro aun habiéndome puesto a temblar como un flan en cuanto se despidió de mí.

- Fue sin querer. Le prometí a Midori-chan que la acompañaría al incinerador tras la limpieza.

- ¡Pero eso tenías que habérmelo dicho antes!

Observé que Budo estaba demasiado preocupado. Oye, ¿y a él qué le importaba lo que hiciera? Seré su alumna en el club, pero nada más que eso.

- No es de tu incumbencia - dije.

Budo se mantuvo callado en esa ocasión ¿Por qué se comportaba de manera extraña?

- Parecía que os conocíais bastante desde hace tiempo Osoro Shidesu y tú - añadí.

Tras un rato de meditación, Budo me miró con seriedad.

- Sí. Tienes razón. Íbamos a la primaria juntos. Siempre estuvimos en el mismo centro y en la misma clase.

- Vaya.

Budo continuó hablando.

- Al igual que yo, ella iba a clases de artes marciales. Éramos la mejor pareja de kárate que se había visto en la escuela. Sin embargo, ella empezó a comportarse... mal. Tras las separación de sus padres, ella no hizo más que vivir solo por y para ella, aunque eso significase vivir a costa de los demás... Usó su fuerza de combate en robar cosas, amenazar, pegar... Yo traté de evitar en múltiples ocasiones que hiciese daño a los compañeros de la escuela. Solía ganar yo, hasta que ella dejó de usar las técnicas que aprendió y solo usó su fuerza pura, la fuerza bruta. Cuando me ganó, fue bastante humillante para mí, pero lo peor fue para ella... poco a poco se fue convirtiendo en una delincuente hasta, bueno, hasta ahora.

- Budo-senpai... - me hice la compadecida.

- Por eso no quiero que te haga eso a ti también. No quiero que sufras ningún daño.

- !!!!!

- .... Al igual que cualquier estudiante de la escuela.

- Ahh.

- Prométeme que no te volverás a acercar a Osoro.

- ...

- ¡Prométemelo!

- No me acercaré. Pero si se acerca ella no será mi problema.

Budo me miró con tristeza. Tras un rato con las miradas enfrentadas, él se largó. Seguidamente saqué el teléfono y llamé a Info-chan.

- ¿Siiiií?

- Te daré las foto de bragas que quieras, pero averigua más sobre Budo Masuta y sobre sus intereses amorosos.

martes, 4 de octubre de 2016

50. Ellos viven de tu miedo


Llegó otro día de instituto y me encontré con Pippi Osu y Midori Gurin. Hablaban agachadas, como para que nadie las oyera.

- ¡Yan-chan! - exclamó Midori nada más ver que me acercaba a ellas.

- Buenos días - dije - ¿Cómo va todo?

- Bueno... - dijo Pippi.

- ¡Mal, Yan-chan! >~< ¿Has visto a los delincuentes? ¡Dan mucho mieeeedo!

- Siempre hay delincuentes en el instituto.

- ¡No, no, no! ¡Lo que pasa es que ahora están todos juntos frente al incinerador! ¡Ahora siempre tenemos que verles y aguantar sus insultos cada vez que nos acercamos a tirar la basura! Un día de estos habrá muchos problemas T___T

- A mí eso es lo que menos me preocupa - añadió Pippi - El problema es que la chica a la que llaman líder está ahora con ellos después de varias semanas faltando a clases... No quiero cruzarme con ella por nada del mundo.

- ¡Pero tú tienes a Ryoto-kun, que te cuida! >:(

- ¡Midori-chan!!! Ò//////Ó

- ¿Midori Gurin? - preguntó una voz detrás de ella.

- ¡Glups! - Midori se dio la vuelta asustada. Observamos que era la consejera de dirección (la jefa de estudios) - ¡B-Buenos días!

- Me alegro de encontrarla, señorita Gurin. El sorteo de limpieza de mi despacho se hizo ayer y salió su nombre. Esta tarde, después de clases o cuando termine sus actividades con su club, irás a hacer la limpieza.

- ¿¿EEEEhhh?? S-Sí claro.

- Pueden ayudarla sus amigas - nos sonrió a Pippi y a mí - Buen día.

Y se fue.

- NO PUEDO HACER ESOOOO.

- Midori-chan, nos han enseñado desde pequeñas a limpiar aulas ¿por qué te quejas ahora? - dijo Pippi.

-¿¿No lo entiendes?! ¡¡Por la tarde están esos vándalos al acecho del incinerador!! ¡No puedo!

- No te preocupes, Midori-chan - dije, - iré contigo.

- ¿EN SERIO, YAN-CHAN? *D*

- ¿Es en serio? - añadió Pippi sorprendida.

- Sí. Después de mi hora con el Club de Kárate, claro.

- ¡SÍ! ¡SÍ! ¡SÍ! AYYYY QUÉ BIEN, YAN-CHAN!! *DDDD*

Midori se fue corriendo feliz. Pippi se me acercó arqueando una ceja.

- ¿No se suponía que no la soportabas?

- La he cogido cariño. Siempre estuvo ahí para animarme a hacer cosas.

"Mentira. En efecto sigo sin soportarla. Sin embargo, esta es una oportunidad para acercarme a los delincuentes y averiguar algo más acerca de Osoro Shidesu. Además, tal vez así Midori deje de investigar sobre los casos del instituto y desde luego no sospeche de mí."

- Vamos a clase :) - dije finalmente.

Tras las inmortales horas de clase y el recreo dedicado a acechar a Senpai♥, llegó la tarde. Tuve mi clase de artes marciales con Budo Masuta.

- ¿Cómo los delincuentes pueden ser tan fuertes sin saber luchar? - le pregunté.

Budo me miró extrañado por aquella pregunta.

- Unos saben luchar y otros no. La mayoría simplemente abusan de su fuerza bruta, no planean ni usan la cabeza.

- Vale. Gracias.

- Sé que muchos estáis preocupados por lo de los delincuentes. Pero no os preocupéis. No dejaré que hagan daño a nadie.

- Dicen que su líder, Osoro Shidesu, es tan fuerte como tú - dije.

Budo me miró. Su ojos se pusieron como platos y su cara se volvió pálida. No respondió al comentario y seguimos dando la clase. Qué raro...

Después de eso, fui a la sala de la consejería. Midori Gurin ya había llegado con varias bolsas de basura, escobas con recogedores y trapos.

- ¡Allá vamos!! ^^

Pasamos casi toda la tarde recogiendo hasta que llegó el ocaso. Una vez devolvimos los utensilios de limpieza, lo último que nos quedaba era ir a tirar las bolsas de basura. Nos tocó ir a tirarlos al incinerador y, tal y como había predicho Midori, el grupo de delincuentes estaba ahí.

Todos los hombres llevaban un peinado con tupé y, las chicas, mechas de colores con la boca cubierta con máscaras dibujadas. Todos llevaban por lo menos un bate de béisbol. Entre ellos estaba Osoro, aquella chica rubia y corpulenta llena de vendas y cicatrices y un abrigo negro y roto sobre la espalda. Parecía que venía de una guerra.

En cuanto nos vieron, empezaron a decir cosas obscenas. Entre burlas, insultos y miradas de desprecio, conseguimos llegar al incinerador y deshacernos de la basura. Midori temblaba como un flan.

- ¿No tienes miedo, Yan-chan? - preguntó.

En efecto, yo no sentía ni padecía. Esas cosas no me infunden ningún miedo. Por un lado, por mi personalidad... nunca sentí nada hasta que empecé a amar a Senpai, y otra... ya había visto demonios y me había metido en situaciones peores. Esto era una chiquillada.

- No dejes que consigan lo que quieren, Midori-chan. Ellos viven de tu miedo.

Por alguna razón Midori se sorprendió y dejó de temblar. Sonrió y sus lágrimas se dispersaron.

- ¡Gracias! ^^

Qué fácil es emocionar a una pobre niña... Una sola frase sacada de Twitter y ya se sentía más fuerte. Sin embargo, cuando regresamos a la zona donde estaban aposentados los delincuentes, la estúpida líder me cogió del brazo.

- Oye tú, pringada. Creo que te vi ayer y ahora estás limpiando como una chacha ¿Por qué nos espías? ¿Qué coño perdiste aquí?

!! ¿Cómo sabía ella que les estuve stalkeando? ¡Estaba segura de que nadie me había visto!

- ¿Estaba ayer cuando viniste? - preguntó la delincuente de mecha roja - No se te escapa ninguna, tía.

Fruncí el ceño, Osoro estaba comenzando a apretar mi brazo y dolía, pero no dije nada.

- ¿Solo vas a hacer eso? ¿Es que no tienes miedo? ¿O es que acaso no eres capaz de sentir emociones?

Parecía que su cicatriz en la mejilla izquierda con forma de X se hiciera más grande cada vez que adivinaba algo sobre mí, incluso sin conocerme.


- Y-Yan-chaaan!!!!! :'( - lloraba Midori.

- ¿Aishi-chan? - oímos.

Nos volvimos y, vi que era alguien que desde luego no esperaba encontrarme. Era Senpai, con su libro sobre plantas, que venía de un paseo por los cerezos del instituto. Estaba tan guapo como siempre... y me había reconocido... y me miraba... sin embargo estaba asustado. Estaba mirando a todos los delincuentes y a Osoro, que dejó de apretar mi brazo.

Osoro le miró sorprendida mientras los demás delincuentes miraban con desprecio a Taro Yamada. CÓMO SE ATREVÍAN SIQUIERA A MIRARLE. Justo cuando estaba apunto de saltar a estamparles la cabeza contra el muro, Osoro me soltó, para mi sorpresa con las mejillas algo rojizas y murmurando:

- Ese chico...

Me puse de los nervios. Osoro se apartó de Midori y de mí.

- No puedo hacer eso... Es mi... - siguió murmurando Osoro.

Senpai se acercó a nosotras, ignorando la reacción de la líder de los delincuentes.

- ¿E-Estáis bien?

Verle acercarse a mí hizo que me enamorase más de él, sin embargo noté que estaba asustado hasta los pies. Su cuerpo temblaba y sus dientes castañeteaban. No era muy valiente, que digamos, PERO ES PERFECTO.

- ¿Qué está pasando aquí?

Y vino otro sujeto. Todos nos volvimos y era... mi maestro de Kárate, Budo Masuta.

- Vaya, Budo...

Osoro y él cruzaron sus miradas. Pudo respirarse la tensión entre ambos líderes, como dos fuerzas contrapuestas que podían comenzar a luchar entre ellas en cualquier momento para desencadenar el caos.

- Vayámonos todos de aquí - sentenció Budo.



miércoles, 21 de septiembre de 2016

49. Osoro Shidesu

- El instituto está como loco, Oshoro - dijo uno.

- No me parece ni medio normal. Flipo - dijo una.

- Y son gilipollas, tía. Encima nos acusan a nosotros de que tenemos algo que ver en esto - añadió otra.

La chica, la tal Oshoro, paseó dando la espalda a sus compañeros. Permaneció en silencio. Uno de los chicos dijo:

- Nos alegramos de que estés con nosotros. El instituto ha dejado de ser aburrido, al fin y al cabo.

- Cierra la boca, Dandy.

Todos se sorprendieron. Era lo primero que salía de la boca de su líder desde que llegó y le contaron en profundidad todo lo que había ocurrido durante esas semanas.

- Oshoro-chan... 

- Te lo he dicho a ti, Copper. No somos malvados.

Escucharon a Oshoro. Ahora era a ella a quien le tocaba hablar.

- Se me ha informado sobre toda la mierda que ha pasado por aquí estas semanas. Sé que a muchos de vosotros os mola y lo estáis pasando de putísima madre, pero yo no pienso celebrar una poca mierda. Hay un puto asesino en el instituto. Sé que no habéis sido ninguno de vosotros, o eso espero, porque os reventaría la cabeza. Seguro que es algún colgao de por aquí o una niñata de estas que van de inocentes, o yo qué sé... pero yo no pienso alegrarme de ninguna muerte. ... Somos delincuentes. Mangamos cosas, nos peleamos con gentuza, nos molemos a palos para pasárnoslo bien... pero no somos unos asesinos ni tampoco unos malvados que disfrutan con la muerte de otras personas. Al menos yo no. Vosotros elegís si vais conmigo o no.

Todos asintieron conformes. 

- Esa es nuestra líder.

- Si pillo a ese asesino, juro que le daré su merecido. Mientras tanto... tengo algo a lo que atender.

- ¿Algo aparte de todo esto? ¿El qué?

- Lo más importante, de hecho. Pienso proteger a una persona. A un chico con el que... estoy empezando a sentir algo por él desde que le vi por la calle mientras me fumaba un piti en el parque central.

- ¡¿Te has colado por un chaval?!

- Oh, seh. Y pienso conquistarle. Este año todos recordarán mi nombre, Osoro Shidesu, la delincuente que encontró el amor y acabó con el asesino del instituto.

Mi móvil emitió el sonido de que la cámara había hecho varias fotos y se las pasé todas a Info-chan. Necesitaba saber más sobre aquella chica rubia, musculosa, llena de cicatrices y vendas y con un abrigo largo negro que llevaba a modo de capa.

- Esa mujer es peligrosa, Yan-chan - dijo Info-chan en cuanto me llamó a la noche. - No te conviene cruzarte con ella, es la líder de los delincuentes. Es la chica más fuerte de la ciudad, casi podría vencer en un combate a Budo Masuta. Apenas va a clases, ya que suele hacer pellas. Vive sola, no tiene a nadie, solo a sus compañeros de la banda de delincuentes. Y, sí... el chico del que está enamorada puede ser de Senpai.

- Maldición... ¿no lo sabes seguro?

- No, lo siento. De todas formas no es una rival a la que te puedas enfrentar. Como ya he dicho, es peligrosa y fuerte. Te metería una paliza a la mínima sospecha que tuviese de ti.

- Pienso asegurarme de quién está enamorada. Si es de Senpai... no pienso renunciar a él por ella. Si para conseguir a Senpai es necesario un enfrentamiento con ella, lo tendré.

Info-chan colgó y me tumbé en la cama, preparada para mi nueva misión.


domingo, 18 de septiembre de 2016

48. ¡El ataque de las cubetas!

El jueves por la mañana, antes de ir a clases, bajé al sótano. Quería ver lo que contenía un baúl que había allí. Lo abrí y encontré un cuchillo, un cúter, un destornillador, unas tijeras, una varita de magical girl... también una auténtica katana, que tenía una etiqueta que rezaba "Recuerdo de Kyoto, 1900"... qué antigüedad.

Cogí el destornillador y pensé en mi rival, la profesora de Psicología. No iba a poder enfrentarme a ella directamente, tenía que acabar con ella desde las sombras. Y tenía una ligera idea de cómo hacerlo.

Estaba en el instituto, a la hora del recreo. Estuve espiando a la profesora todo el rato. Estaba todo el rato en la sala de profesores, excepto un rato que fue a por una bebida de la máquina. Después de estar un rato hablando con la profesora de Educación Física sobre erotismo, se tuvo que ir al baño. Vaya, es lo que pasa por hablar de guarradas y beber~

Me di prisa y subí a la azotea para rellenar una cubeta con agua ¿por qué? Porque era indispensable para mi plan. Pero Senpai me vio.

- ¡Aishi-chan! - me saludó. Mi corazón dio un vuelco. Se había aprendido mi apellido. Me trataba de "-chan" ¡N-me había saludado!

- S-S-S-en... p...

Me puse de los nervios y él hizo una mueca de extrañeza ¡Maldición! ¡Seguro que pensaba que era una chica rara! ¡No podía!

Sonreí dulcemente aun estando ruborizada hasta las orejas.

- Buenos días, Yamada-senpai.

- Espero que vaya todo bien. Hacía tiempo que no hablábamos.

- S-Sí, jeje ^_^

Senpai miró los cerezos del lugar. Fijó su mirada en el gran árbol que destacaba a lo lejos por una pequeña elevación de tierra que había a sus pies. Era el árbol que unía a las parejas... Si no fuera porque quería llevar a Senpai allí algún día, lo hubiera talado hacía mucho tiempo.

- Qué hermoso es ese cerezo. Incluso estando fuera de temporada, sigue floreciendo.

- A-Ah.. O-Oh... S-Sí ^_^

- Por cierto, ¿para qué estás rellenando esa cubeta?

Miré la cubeta llena de agua ¡Oh, no! ¡Tenía que irme si quería que el plan funcionase! Salí corriendo.

- ¡Me tengo que ir! ¡Hasta luego!

Senpai volvió a decir mi nombre en señal de que parase. Qué bien sonaba cuando salía de sus labios... ¡pero ahora tenía que matar a la profesora!

Al entrar en el baño donde estaba ella, oí el sonido del váter. Rápidamente saqué el destornillador y me deshice del interruptor, dejando al descubierto los cables rotos.

- ¡Eh! ¡¿Quién ha apagado la luz?! Salió y le tiré la cubeta de agua.

- ¡KYAAAAH!

Al estar a oscuras, no me veía. Me escondí mientras ella gritaba:

- ¡Estoy empapada! ¿Quién es el gracioso que ha hecho esto?!?!

La profesora fue a buscar el interruptor para dar la luz, sin embargo, aquello fue su perdición. Al encontrar los cables, salieron chispas por todo el cuerpo mientras se movía. Se estaba electrocutando.

Su dedo logró librarse de la fuente de electricidad, sin embargo era tarde. Cayó tiesa y muerta. Contemplé su cadáver satisfecha y salí corriendo con la cubeta, asegurándome de que no dejaba huellas. Una menos.


domingo, 11 de septiembre de 2016

47. El robo del examen



Cuánto lo siento, mi querido Senpai.

...

El plan de ese día sonaba más sencillo que matar gente, sin embargo en cuanto me puse a ello supe que era lo más difícil que había hecho hasta la fecha: robar un examen y ponerlo en el pupitre de Senpai, de manera que la profesora pensase que lo había cogido él y se enfadase... por lo tanto lo iba a dejar en paz ¡Era el plan perfecto!

El problema fue cuando vi que la profesora de Educación Física, vigilaba el despacho de profesores mientras hacía ejercicios. Aquella mujer no paraba nunca... ¿Cómo iba a coger el examen con ella ahí dentro?

Di un paseo por los pasillos del centro viendo a mi alrededor para ver qué opciones tenía. Entonces pensé en que cogiendo un bate de béisbol se solucionaría el problema. Sí, dándola con él y dejándola inconsciente, como en las películas ¿Y dónde estaban los bates? En el gimnasio, por supuesto.

Corrí y salí del edificio dirigiéndome al gimnasio. A esa hora no había clase, era el recreo al fin y al cabo. Entré sin problemas y fui hacia la habitación de instrumentos de deporte, pero no pensé en que me encontraría con otra gente.

Eran estudiantes del instituto, aunque sus uniformes no cumplían las normas del centro. Estaban pintados y rasgados. Pero lo más preocupante fueron sus rostros. Me miraban con odio y llevaban unas máscaras que les tapaban sus bocas y a su vez estaban pintadas. Sus peinados eran de distintos tipos, pero todos tenían algo en común: tenían una mechón teñido de un vivo color, ya sea azul, verde, rojo o lo que fuera.

- ¿Quién coño eres y qué haces ahí parada? - dijo una.

- Eso ¡fuera de aquí, niñata!

Malditas. Si supiesen con quién se estaban metiendo. Por cómo eran y cómo era su actitud, no dudé un segundo: era el grupo de chicas delincuentes del instituto. A ellas y al grupo de chicos apenas se les veía. No solían ir a las clases, y robaban o molestaban a los demás. Eran despreciables.

Apreté el puño indignada por su manera de hablar, pero decidí no pelear con ellas. No era lo suficientemente fuerte como para vencerlas y salir viva de allí. Desde luego me fui.

Seguí pensando en mi plan ¿Qué podía hacer entonces? ... ... ... Sonaba música desde la parte trasera del instituto y de pronto se apagó. Me llamó la atención asique fui a ver qué era.

Vi a Mai Waifu y al resto del grupo de idol del Club de Música. Tenían una radio de música puesta con canciones de Love Live, pero estaban tan absortas en su conversación sobre su nuevo debut, que se olvidaron la radio allí. Mmmmmm ¡idea!

Cogí la radio y volví al centro. Una vez estuve delante de la sala de profesores, encendí la radio y puse la música a todo volumen.

- ¿Qué es eso? Estos niños...

La profesora salió por una de las puertas mientras yo entré por la otra. Busqué el casillero de la profesora de Psicología y una vez lo encontré, cogí el modelo de examen que iba a poner la próxima semana. Oh~ asique iba a caer un caso sobre psicópatas...

Dejó de sonar la música y la profesora iba a entrar de nuevo al aula, por lo que me marché corriendo sin que me viese.

Busqué la clase 3-2, la clase de Senpai, y entré. Por suerte no había nadie. Me fijé en la mochila de Senpai y guardé el examen en la cajonera. De paso, cogí un pañuelo usado por él♥ Cuánto lo siento, Senpai >_<

Pasaron las horas, y en medio del horario de clases, la profesora vino ordenando que todos abriésemos todas nuestras cajoneras y mochilas. Pronto iba a llegar a la clase de Senpai y le descubriría A_A

No me enteré de nada más al respecto hasta que salimos y vi a la profesora y a Senpai hablando cerca de los baños.

- Asique fuiste tú... Yamada-kun~ - dijo la profesora, con el examen robado en la mano.

- L-Le juro que no fui yo. No entiendo qué hacía ahí...

- Anda~ Las mentiras no funcionan conmigo~ Tú lo que querías era llamarme la atención, ¿verdad?

Se le acercó más ¿PERO QUÉ NARICES??!?!

- N-No... - Las mejillas de Senpai se colorearon en cuanto vio los pechos de la profesora pegarse más a él.

- Me gustaría hablar contigo el viernes después de clases. Será tu castigo♥

- E-EEh... *glups*

MALDITAAAAHHH............... No será capaz....



sábado, 3 de septiembre de 2016

46. La profesora suplente


Dejó de haber clases hasta la semana siguiente, pero el Club de Kárate siguió organizando actividades sin descanso. Gracias a eso pude distraerme un poco con respecto a todo lo que dijo esa chica del ordenador...

Apenas supe nada de Senpai. Budo Masuta me puso montones de ejercicios para practicar. La verdad es que era necesario si de verdad quería hacer algo útil en el club y ponerlo en práctica cuando fuera falta.

Y tras todo lo ocurrido con Saki Miyu y la enfermera, llegó el lunes. La gente tenía bastante miedo y Midori estaba como loca intentando buscar alguna pista de los acontecimientos. (Menuda tonta...)

Senpai caminaba solo, con su libro de siempre, pero seguía decaído. Estaba solo y yo no había hecho más que entrenar duro :'( Lo que él no sabía es que no hice más que pensar en él, bueno, no sabía eso ni muchas otras cosas xD

Llegó la hora de volver a las clases y se anunció la llegada de la nueva profesora de Psicología.

En cuanto entró, a todos los estudiantes masculinos les empezó a sangrar la nariz. Tenía el pelo marrón recogido por una coleta, y no solo tenía buen cuerpo, sino que iba con una provocadora falda corta de color rojo y una chaqueta que le marcaba todo el escote ¿Cómo el director podía contratar a alguien así?

Esa profesora iba a enseñar tanto en segundo como en tercero... Senpai la iba a tener sí o sí. Esperé que no me diese muchos problemas...

Esa misma tarde también estuvimos entrenando en el Club de Kárate.

- Eres muy aplicada, Ayano-chan. Te lo tomas muy en serio.

Di una patada al aire y miré a Budo.

- Muchas gracias, Masuta-senpai. Me has enseñado mucho.

- Y más que aprenderás ^_^

Sin duda era el club donde más cómoda me sentía. Allí no había rivales queriendo robar a Senpai, no había creídas, no había tipos raros creyendo en demonios... era todo casi perfecto.

- Ayano-chan, ¿me ayudas con estas esterillas? - me preguntó Shima Shita desde la entrada del club.

- Claro.

Me acerqué y la ayudé a llevar cajas adentro del aula. Justo entonces fue cuando vi a dos figuras a lo lejos del pasillo. No podía ser... eran Senpai y la profesora. Y esa profesora se le estaba acercando mucho.

- La profe de Psicología es una buscona - dijo Shima cuando vio la situación. - Sus alumnos le deben atraer un montón como para que vaya provocando por ahí.

- ... Qué clase de suplentes contrata este instituto...

Terminé de ayudar a Shima con los tatamis y, justo cuando iba a "irme al baño", vi a las hermanas Basu charlando con esa profesora. Hicieron que Senpai pudiera por fin irse de allí. Cuando la conversación terminó, Sakyu e Inkyu me miraron y me guiñaron el ojo.

- ¿Qué hacéis?

- Enterarnos de los amoríos del instituto, Ayano-chan ¡Es nuestra especialidad! - dijo Sakyu.

- ¿Y la profesora de Psicología tiene algún amor en mente?

- No te va a gustar pero... quiere hacer cositas muy sucias con Taro Yamada~ - informó Inkyu.

- ... .... .... ... Vale :)

Di media vuelta y me fui a mi club.

- Con cuánta calma se lo ha tomado... - opinaron.

En verdad actué como si la cosa no fuera conmigo. Quería hacer bien los ejercicios de kárate. Pero en mi cabeza no hacía más que pensar que las patadas y las llaves que estaba practicando eran todas para esa maldita profesora que iba a matar en cuanto pudiera.


domingo, 28 de agosto de 2016

43, La chica del ordenador


Hubo rumores de que Saki estaba enferma y mató a todos los estudiantes que se encontraron muertos en estas semanas. Otro decían que solo fue esta vez que enloqueció debido a las muertes de la mayoría de sus amigos. Otros locos decían que los del club de Ocultismo se habían sacrificado por acabar con la enfermería del instituto e hicieron que Saki albergase a un demonio para llevar a cabo la misión.

Con cada historia, una peor que la anterior, decidí hacer algo que quería hacer hace tiempo... Empezar a hablar con Info-chan con seriedad. Durante aquellos días me había fijado en que Info, Yui Rio, y las hermanas Basu habían desaparecido ¿Qué estaba ocurriendo realmente allí? Era algo que no lograba entender. No quería ver a Senpai sufrir más... y quería que por fin fuera mío.

Subí las escaleras y vi el Info Club, club donde solo estaba Info-chan, con las cortinas tapando las ventanas y a oscuras a excepción del brillo que daban las varias pantallas del ordenador que había dentro.

Traté de apartar las cortinas y la vi de espaldas a mí usando el ordenador. Entonces paró y se giró. Se había dado cuenta de que yo estaba allí.

- No deberías estar aquí.

- Info-chan. Tenemos que hablar.

Info-chan se levantó del asiento y fue hacia la ventana donde yo estaba.

- ¿Qué quieres? Tienes la aplicación de tu móvil para consultarme cualquier cosa.

- En esta ocasión no puedo usar esa app, quiero hablar.

- ... Debes irte. Según tengo entendido has vuelto a matar a alguien.

- ¿Qué son esas cintas que han llegado a mis manos?

- ¿Cintas?

- Sí. Las cintas de cassette. Las de ese periodista que tuvo que huir al extranjero.

Info-chan tardó en contestar.

- Es una historia importante relacionada con el instituto que debías saber, nada más.

- La chica de la que se habla en las cintas... ¿es mi madre?

- ...

Info-chan me miró seriamente.

- Ryoba Aishi es como tú, sí. Igual de asesina, igual de manipuladora.

- !!!!! - No me gustó cómo sonó eso.

- Pero ya da igual.

- !!!

- Necesito que te vayas de aquí urgentemente. Te lo pido.

- ¿Quién es el periodista?

Info-chan presionó un botón y unas persianas se desplegaron. No la volví a ver más.

- Hoy no debe haber reunión - escuché.

"¿Reunión?".

Me alejé del Info Club. Supuse que tenía que volver a aguantar otra inspección de la policía. Entonces escuché algo.

- ¿Hola? Probando. Probando ¿Se me escucha? ¿Hay alguien ahí?

Me giré hacia donde venía la voz. Para mi sorpresa, venía desde la sede del Consejo Estudiantil. Entré y no había nadie, aunque estaba todo ordenado, como preparado para algo. En el centro, encima de la mesa, había un portátil con una videollamada de Skype funcionando. En ella se podía ver a una chica con el uniforme del instituto, con el pelo moreno y largo. Tenía el flequillo tan largo que le tapaba media cara, por lo que no lograba ver sus ojos.

Me vio y pareció sorprenderse.

- OH... Eres tú.

"¿Qué narices está pasando...?"

- ¿Por qué has venido? ¿Has venido para mofarte de mí?

- Pero...

- ¿Sabes quién soy? Yo sé quién eres. Sé lo que eres. Mi padre no me deja asistir al instituto mientras tú estás... "activa".

Preferí no decir nada.

- Él tiene una razón para tolerar tu presencia en el instituto. Yo no. Eres una vulgar criatura que solo se le permite existir porque puedes servir para un propósito. Si fuera mi decisión, entonces cada uno de vosotros sería exterminado.


- !??!!?

- Disfruta mientras puedas. Si tú y yo nos cruzamos, vas a tener un mal rato.

La videollamada finalizó y automáticamente el ordenador se apagó.

- ¿Qué... significa... esto?




martes, 23 de agosto de 2016

44. DOBLE KILL

Tras comprobar que Saki Miyu me obedecía completamente y no había evidencia alguna de que la había estado torturando, la mandé que fuera al instituto. Ella se adelantó para evitar que me vieran con ella y sospechasen de mí.

Cuando llegué estaba sentada en un rincón, con la cabeza agachada murmurando cosas como: "No sirvo para nada." "Debo morir." Bien, era el estado perfecto. Con los guantes de látex puestos, saqué el cuchillo de mi bolso y se lo di ordenándola:

- Hazlo, mata a la enfermera.

Ella cogió el cuchillo sin rechistar y se fue levantando poco a poco. Sus pasos eran lentos y descoordinados, pero no tuvo ningún problema en ir a la enfermería. Ya había varios alumnos en el edificio que, al ver a Saki, murmuraban:

- ¿Qué hace Saki-chan con un cuchillo? ¡Es muy peligroso!

Ella no vaciló. Siguió caminando.

- ¡Buenos días, Saki-chan! ¿Cómo estás? ¿Cómo fue que ayer no viniste al insti?

Saki ignoró a Midori completamente. Por fin llegó a la enfermería.

- ¡Oh! ¡Hola, Saki-chan! ^^

- ¡S-Senpai! - murmuré sorprendida. Estaba a la espera de ser atendido por la enfermera. Maldita... seguro que le estuvo engatusando para que se encontrasen... ¡Mátala! ¡MÁTALA!

Saki no saludó a Taro y abrió la puerta sin llamar ni nada.

- ¡Oye!

- Oh~ Hola, señorita ^^ - dijo la enfermera, - lo siento pero vas a tener que esperar. La enfermería no está abier... AHHHH

Saki se lanzó al cuello de la enferma y la tiró al suelo. Se puso encima de ella y cogió el cuchillo para apuñalarla una y otra vez.

- AAAAHHHHHH - gritaba de dolor la enfermera.

- ¡N-No puede ser! - dijo Senpai.

El cuerpo de la enferma dejó de responder a los ataques. Murió, con todo el suelo lleno de sangre. Tras escuchar los gritos, muchos estudiantes se reunieron entorno a la escena horrorizados. Incluso muerta, Saki seguía apuñalándola.

Y por fin se cansó... y volvió a coger el cuchillo. Se quedó mirándolo pensando en algo, con la poca capacidad de pensar que aún quedaba de ella... Se clavó el cuchillo en el cuello y salió un gran chorro de sangre. Tras eso, el cuerpo de Saki cayó al suelo y murió...

- Esto no puede estar sucediendo... ¡La ambulancia! ¡La policía! - gritaban las profesoras que estaban allí.

- Saki-chan... ¿Cómo...? Estoy maldito... - dijo Senpai.

- Misión cumplida - murmuré. Ahora Senpai era mío.


miércoles, 17 de agosto de 2016

43. Tortura

Y por fin Saki despertó.

Estábamos en el sótano de mi casa. Era de noche y yo ya me había puesto el pijama en cuanto terminé de amarrar a Saki a la silla. Esa silla que había hecho mi abuela para amarrar a mi abuelo, y además había sido utilizada por mi madre para con mi padre. Tal vez algún día yo la utilice con Senpai... pero por ahora, iba a tener... una charla con mi amiga.

Saki miraba a su alrededor sin comprender.

- ¿Dónde estoy...? - dijo con una voz débil, aún aturdida por la droga de la jeringuilla.

Saki giró la cabeza hacia mí y puso los ojos como platos.

- Ayano-chan... Tú...

Saki intentó liberarse de las cuerdas de la silla, pero fue incapaz.

- ¡¿Qué significa esto?! - preguntó asustada.

- ... ¿No es obvio? - dije.

Me posicioné delante de ella y dejé en el suelo la caja que llevaba en la mano. La abrí y saqué el trípode y la cámara. Dentro de esa caja había un par de cosas más que luego iba a utilizar.

- ¿Por qué estás poniendo esa cámara? ¡¡Libérame!!

- No voy a hacer eso, Saki-chan.

Notaba la tensión en el ambiente, el terror que transmitía su voz, todo su cuerpo temblando...

- No me digas... que tú... No puede ser.

- ...

- Fuiste tú... Fuiste tú quién mató a toda esa gente... Tú mandaste a Koharu-chan al correccional...

Me puse a colocar la cámara en el trípode y a encenderla.

- ¡¿POR QUÉ?! - gritó y no la respondí - ¿Piensas matarme a mí también...? ... Parecías dulce... Eras callada pero sonreías y parecías disfrutar con nosotras en el club... Eras amable, me ayudaste, me escuchaste... pero tú... ¿tú... a Kokona-chan también la...?

Presioné el botón de grabar.

- Tienes razón. Yo me deshice de todos. De Osana-chan, de Riku-kun, de Koharu-chan, de Kokona-chan, de Mei-chan y de todos... todos los integrantes del Club de Ocultismo. Recuerdo perfectamente sus rostros justo antes acabar con sus vidas. Y, cuando lo pienso, siento la misma satisfacción que cuando lo hice.

- Eres... un monstruo... ¡¿Por qué haces todo esto?! ¿Cómo es que la policía no ha encontrado ningún rastro para inculparte?

- Me las arreglo bien. Es lo que tiene cuando haces cosas por amor.

- ... ¿P-Por amor? ¿Qué quiere decir eso?

Abrí la otra parte de la caja de herramientas y saqué un cúter.

- Todos vosotros sois y habéis sido un estorbo en mi relación con Senpai. Y eso acabará pronto.

- ¿S-Senpai?

Corté su camisa del instituto. La había hecho una gran herida en todo el costado.

- ¡AAAAAAAAAHHH!

- Taro Yamada. Es mi novio. Y no dejaré que nadie más me lo intente quitar.

- ¿T-Taro-kun?

La hice otra raja.

- ¡AAAAAAAAAAAAAAAH! ¡DUELE!

La cogí del pelo y tiré.

- ¿Duele? ¿DUELE? ¡CLARO QUE DUELE! ¡PERO TÚ NO SABES LO QUE DUELE VER CÓMO FLIRTEÁIS A MI CHICO! ¡ÉL ES MÍO! ¡SEREMOS EL UNO PARA EL OTRO! ¡YO SERÉ QUIÉN LE HAGA LOS BENTOS! ¡SALDREMOS DE CITA JUNTOS! ¡HAREMOS DEPORTE JUNTOS! ¡Y SERÉ YO QUIÉN ME HAGA LAS FOTOS CON ÉL! ¡NADIE MÁS, PORQUE ÉL ES MÍ-O!

- ¡¡¡AAAAHHH AHHHHHHH AHHHH!!

- ¿Sabes qué, amiga? En otras circunstancias, en un mundo paralelo, en una línea temporal diferente... te hubiera dejado vivir, y te hubiera dicho simplemente que dejases a Senpai en paz, que yo soy quien quiere conquistarlo y necesitaba que te alejases de él. Te lo hubiera dicho y tú me habrías hecho caso, amiga~ Pero... necesito matar a otra rival. Si no hubiese tantas roba-senpais, hubieras seguido cuerda.

- A-AAH.... Taro-kun nunca amará a un monstruo como tú. Eres odiosa.

La pegué una patada.

- Haré que seas tú quien mate... a la enfermera.

- ¿¿Cómo?? ¿¿A-A la enfermera?? Ksó... ¡NO LO HARÉ!

- Acabaré con tu mente... y me obedecerás. - La quité la camisa y la levanté la falda. - Sonríe a la cámara.

Cogí unas pinzas y empecé a arrancarle las uñas de los dedos. Herí sus partes y sus pechos. La pegué y azoté toda la noche. Ella gritaba y miraba a la cámara pidiendo socorro horrorizada. Yo la decía que ese vídeo iba a ser subido a páginas porno masoquistas de manera anónima y nadie me iba a descubrir, pero todos iban a saber cómo eran sus partes y no solo el chico con el que había estado jugueteando días atrás, Ryusei, sino TODO EL MUNDO. Ella se sentía humillada aún más, iba perdiendo su sentido de la conciencia... hasta que su mente comenzó a quebrarse. Aunque ella pidiese clemencia, aunque ella asegurase que no diría nada relacionado conmigo, aunque quisiera que la dejase ir... la hice ver que nunca dejaría que se alejase de mi poder.

Llegó el amanecer y tenía que ir a clase.

- ¿Me obedecerás? - la pregunté.

Ella pasó un rato sin responder, sin ejecutar ningún tipo de movimiento; pero después de un minuto, negó con la cabeza.

- Maldita...

La pegué un tajo en la mejilla.

- Iré a la hora del descanso para ir al Club de Kárate.

Hicimos otra sesión de tortura... hasta la hora de la comida. Me había puesto rápidamente el uniforme y usé la bicicleta para llegar lo antes posible. Usé el móvil para mandarle varias fotos de las bragas de Saki a Info-chan mientras subía las escaleras hasta el Club de Kárate. Ella me iba a hacer el favor de borrar todos mis retrasos de los ordenadores y cuadernos de los profesores, además de cualquier indicación que tuviese que ver con que Saki fue a mi casa el día anterior.

Abrí la puerta del club. Estaban Budo Masuta, Juku Ren (un chico de primero) y Mina Rai (una chica de mi curso que es la mano derecha de Budo).

- ¡Hola, Ayano-chan! Me alegro de que al fin vinieses - saludó Budo.

- ¡Hola, Budo-senpai! ^^

- No te he visto por la mañana ¿Te encontrabas mal?

- Un poco dolorida del accidente de ayer ¡pero estoy bien! ¡Estoy lista para unirme a vuestro club!

- Oh... Esas son las ganas que quiero ^^

- ¡Espera Budo-kun! - objetó Mina - Ayano-chan no puede empezar a practicar si tiene una lesión.

- ¡No te preocupes, Mina-chan! ¡Estoy bien! - dije.

- ¡No se hable más! - Budo fue hacia un cajón con mucho uniformes blancos de luchador de Kárate y me dio uno. - ¡Oficialmente eres miembro de nuestro club! ¡Bienvenida! ¡Tenemos entrenamiento lunes, miércoles y jueves por la tarde, y viernes a la hora del descanso!

- ¡Bien! ^_^

- Tienes cara de sueño, Ayano-chan - intervino Mina de nuevo. - Debes estar cansada. Hoy no tienes porqué venir.

- ¡Estoy en plena forma!

Esa misma tarde asistí a mi primer entrenamiento. Budo me ayudó mucho y estaba muy atento. La verdad es que eso me hizo sentirme más fuerte. Si una rival se me escapaba de las manos, tenía que saber manejar la situación luchando. Eso y que Budo había sido muy insistente con su Club las pasadas semanas.

Tras el entrenamiento, oí que Budo y Mina tuvieron una fuerte discusión relacionada conmigo. Supongo que Mina me tenía echada el ojo al ser de su curso, con tan pocos amigos y cerrando todos los club con los que me cruzaba. Aún así, Budo parecía defenderme hasta la muerte. Estaba siendo bastante amable conmigo...

Regresé a casa y lo primero que hice fue prepararme yakitoris y bajar al sótano. Saki se había meado encima por estar todo el día ahí sentada. También parecía tener hambre, ya que veía mis yakitoris como si fueran lo más valioso del mundo.

- No eres nadie. Más bien, no eres nada, Saki - dije.

Los ojos de Saki perdieron su brillo de siempre, su tono de piel era blanquecino casi verde, todo su cuerpo estaba ensangrentado, su ropa estaba rasgada y no poseía una sola uña.

- ¿Me obedecerás?

- ... ... ... Sí. Haré todo lo que me ordenes.

- Así me gusta. Ahora te lavaré y mañana irás por fin al colegio. Harás exactamente lo que yo te diga.

Sé que lo que hice fue cruel e inhumano. Torturar a una compañera que confiaba en mí que casi me consideraba su amiga por un chico... Pensarás que estoy enferma, que soy una mala persona. Soy la peor protagonista que cualquier historia pueda tener. Supongo que esperabas que esto iba a ser una historia de amor dulce como los shoujos, o tal vez una historia de amor en la que luchaba contra los malos... No. Soy una asesina, soy Yandere. Y me da igual lo que pienses mientras no tenga que ver con mi Senpai, y si es así... iré a por ti.