Le pasé un par de fotos de bragas de Midori e Info-chan me trajo noticias frescas. A Budo le gustaba alguien, el problema es que Info-chan no podía averiguar quién exactamente. Vaya...
Sin embargo lo que de verdad me reconcomía la cabeza era Osoro. Cada vez quedaban menos días para el viernes y esa maldita delincuente se iba a quedar con Senpai. No parecía tener ningún tipo de debilidad, siempre estaba acompañada, era fuerte y estaba atenta a cualquier cosa que pudiese atentar contra su vida.
Mi nueva enemiga era dura. Estaba encaprichada con la persona a la que yo amaba y, aún encima, si me acercaba a ella ya podían darme todos por muerta.
"Divertido... un juego muy divertido..."
Me alarmé al escuchar semejante voz tan cavernosa y oscura. Miré para todos lados y no vi nada raro. Mi habitación estaba como siempre.
"Me gusta tu forma de divertirte... Yandere-chan~"
Y ante mí se me apareció una chica espantosa. Llevaba el uniforme del instituto, pero era gris. Su piel era blanca y sus ojos... sangraban color negro. Su pelo era blanco y estaba desordenado, intentando ser recogido por unas coletitas altas. Y la figura en general parecía como que se iba a desvanecer en cualquier momento. Esa cosa no era de este mundo.
Cogí rápidamente el cuchillo de mi mesita de noche y la amenacé aun sabiendo que no serviría para nada.
- ¿Quién eres?!
"Soy una persona apartada de este juego. El creador me borró. Y esa decisión no me gustó..."
Se acercó a mí. No podía saber si tenía ojos, ya que casi toda su cara estaba bañada en esa sangre negra. Y no entendí una sola frase de lo que dijo.
- ¿Qué...?
Extendió la mano y escribió en el aire. Me pareció haber leído "666".
"Duerme, Yandere-chan~ Mañana morirás frente a esa chica a la que llamas rival".
- FUERA DE A... QUÍ....
Mi cuerpo no respondía a mis órdenes, mi mano dejó caer mi cuchillo y me tiré a la cama incapaz de moverme. Perdí la vista y caí dormida. Lo último que escuché fue:
"Me llamo Fun Girl. Y pienso jugar contigo hasta el fin de tus días."
No hay comentarios:
Publicar un comentario