domingo, 28 de agosto de 2016

43, La chica del ordenador


Hubo rumores de que Saki estaba enferma y mató a todos los estudiantes que se encontraron muertos en estas semanas. Otro decían que solo fue esta vez que enloqueció debido a las muertes de la mayoría de sus amigos. Otros locos decían que los del club de Ocultismo se habían sacrificado por acabar con la enfermería del instituto e hicieron que Saki albergase a un demonio para llevar a cabo la misión.

Con cada historia, una peor que la anterior, decidí hacer algo que quería hacer hace tiempo... Empezar a hablar con Info-chan con seriedad. Durante aquellos días me había fijado en que Info, Yui Rio, y las hermanas Basu habían desaparecido ¿Qué estaba ocurriendo realmente allí? Era algo que no lograba entender. No quería ver a Senpai sufrir más... y quería que por fin fuera mío.

Subí las escaleras y vi el Info Club, club donde solo estaba Info-chan, con las cortinas tapando las ventanas y a oscuras a excepción del brillo que daban las varias pantallas del ordenador que había dentro.

Traté de apartar las cortinas y la vi de espaldas a mí usando el ordenador. Entonces paró y se giró. Se había dado cuenta de que yo estaba allí.

- No deberías estar aquí.

- Info-chan. Tenemos que hablar.

Info-chan se levantó del asiento y fue hacia la ventana donde yo estaba.

- ¿Qué quieres? Tienes la aplicación de tu móvil para consultarme cualquier cosa.

- En esta ocasión no puedo usar esa app, quiero hablar.

- ... Debes irte. Según tengo entendido has vuelto a matar a alguien.

- ¿Qué son esas cintas que han llegado a mis manos?

- ¿Cintas?

- Sí. Las cintas de cassette. Las de ese periodista que tuvo que huir al extranjero.

Info-chan tardó en contestar.

- Es una historia importante relacionada con el instituto que debías saber, nada más.

- La chica de la que se habla en las cintas... ¿es mi madre?

- ...

Info-chan me miró seriamente.

- Ryoba Aishi es como tú, sí. Igual de asesina, igual de manipuladora.

- !!!!! - No me gustó cómo sonó eso.

- Pero ya da igual.

- !!!

- Necesito que te vayas de aquí urgentemente. Te lo pido.

- ¿Quién es el periodista?

Info-chan presionó un botón y unas persianas se desplegaron. No la volví a ver más.

- Hoy no debe haber reunión - escuché.

"¿Reunión?".

Me alejé del Info Club. Supuse que tenía que volver a aguantar otra inspección de la policía. Entonces escuché algo.

- ¿Hola? Probando. Probando ¿Se me escucha? ¿Hay alguien ahí?

Me giré hacia donde venía la voz. Para mi sorpresa, venía desde la sede del Consejo Estudiantil. Entré y no había nadie, aunque estaba todo ordenado, como preparado para algo. En el centro, encima de la mesa, había un portátil con una videollamada de Skype funcionando. En ella se podía ver a una chica con el uniforme del instituto, con el pelo moreno y largo. Tenía el flequillo tan largo que le tapaba media cara, por lo que no lograba ver sus ojos.

Me vio y pareció sorprenderse.

- OH... Eres tú.

"¿Qué narices está pasando...?"

- ¿Por qué has venido? ¿Has venido para mofarte de mí?

- Pero...

- ¿Sabes quién soy? Yo sé quién eres. Sé lo que eres. Mi padre no me deja asistir al instituto mientras tú estás... "activa".

Preferí no decir nada.

- Él tiene una razón para tolerar tu presencia en el instituto. Yo no. Eres una vulgar criatura que solo se le permite existir porque puedes servir para un propósito. Si fuera mi decisión, entonces cada uno de vosotros sería exterminado.


- !??!!?

- Disfruta mientras puedas. Si tú y yo nos cruzamos, vas a tener un mal rato.

La videollamada finalizó y automáticamente el ordenador se apagó.

- ¿Qué... significa... esto?




martes, 23 de agosto de 2016

44. DOBLE KILL

Tras comprobar que Saki Miyu me obedecía completamente y no había evidencia alguna de que la había estado torturando, la mandé que fuera al instituto. Ella se adelantó para evitar que me vieran con ella y sospechasen de mí.

Cuando llegué estaba sentada en un rincón, con la cabeza agachada murmurando cosas como: "No sirvo para nada." "Debo morir." Bien, era el estado perfecto. Con los guantes de látex puestos, saqué el cuchillo de mi bolso y se lo di ordenándola:

- Hazlo, mata a la enfermera.

Ella cogió el cuchillo sin rechistar y se fue levantando poco a poco. Sus pasos eran lentos y descoordinados, pero no tuvo ningún problema en ir a la enfermería. Ya había varios alumnos en el edificio que, al ver a Saki, murmuraban:

- ¿Qué hace Saki-chan con un cuchillo? ¡Es muy peligroso!

Ella no vaciló. Siguió caminando.

- ¡Buenos días, Saki-chan! ¿Cómo estás? ¿Cómo fue que ayer no viniste al insti?

Saki ignoró a Midori completamente. Por fin llegó a la enfermería.

- ¡Oh! ¡Hola, Saki-chan! ^^

- ¡S-Senpai! - murmuré sorprendida. Estaba a la espera de ser atendido por la enfermera. Maldita... seguro que le estuvo engatusando para que se encontrasen... ¡Mátala! ¡MÁTALA!

Saki no saludó a Taro y abrió la puerta sin llamar ni nada.

- ¡Oye!

- Oh~ Hola, señorita ^^ - dijo la enfermera, - lo siento pero vas a tener que esperar. La enfermería no está abier... AHHHH

Saki se lanzó al cuello de la enferma y la tiró al suelo. Se puso encima de ella y cogió el cuchillo para apuñalarla una y otra vez.

- AAAAHHHHHH - gritaba de dolor la enfermera.

- ¡N-No puede ser! - dijo Senpai.

El cuerpo de la enferma dejó de responder a los ataques. Murió, con todo el suelo lleno de sangre. Tras escuchar los gritos, muchos estudiantes se reunieron entorno a la escena horrorizados. Incluso muerta, Saki seguía apuñalándola.

Y por fin se cansó... y volvió a coger el cuchillo. Se quedó mirándolo pensando en algo, con la poca capacidad de pensar que aún quedaba de ella... Se clavó el cuchillo en el cuello y salió un gran chorro de sangre. Tras eso, el cuerpo de Saki cayó al suelo y murió...

- Esto no puede estar sucediendo... ¡La ambulancia! ¡La policía! - gritaban las profesoras que estaban allí.

- Saki-chan... ¿Cómo...? Estoy maldito... - dijo Senpai.

- Misión cumplida - murmuré. Ahora Senpai era mío.


miércoles, 17 de agosto de 2016

43. Tortura

Y por fin Saki despertó.

Estábamos en el sótano de mi casa. Era de noche y yo ya me había puesto el pijama en cuanto terminé de amarrar a Saki a la silla. Esa silla que había hecho mi abuela para amarrar a mi abuelo, y además había sido utilizada por mi madre para con mi padre. Tal vez algún día yo la utilice con Senpai... pero por ahora, iba a tener... una charla con mi amiga.

Saki miraba a su alrededor sin comprender.

- ¿Dónde estoy...? - dijo con una voz débil, aún aturdida por la droga de la jeringuilla.

Saki giró la cabeza hacia mí y puso los ojos como platos.

- Ayano-chan... Tú...

Saki intentó liberarse de las cuerdas de la silla, pero fue incapaz.

- ¡¿Qué significa esto?! - preguntó asustada.

- ... ¿No es obvio? - dije.

Me posicioné delante de ella y dejé en el suelo la caja que llevaba en la mano. La abrí y saqué el trípode y la cámara. Dentro de esa caja había un par de cosas más que luego iba a utilizar.

- ¿Por qué estás poniendo esa cámara? ¡¡Libérame!!

- No voy a hacer eso, Saki-chan.

Notaba la tensión en el ambiente, el terror que transmitía su voz, todo su cuerpo temblando...

- No me digas... que tú... No puede ser.

- ...

- Fuiste tú... Fuiste tú quién mató a toda esa gente... Tú mandaste a Koharu-chan al correccional...

Me puse a colocar la cámara en el trípode y a encenderla.

- ¡¿POR QUÉ?! - gritó y no la respondí - ¿Piensas matarme a mí también...? ... Parecías dulce... Eras callada pero sonreías y parecías disfrutar con nosotras en el club... Eras amable, me ayudaste, me escuchaste... pero tú... ¿tú... a Kokona-chan también la...?

Presioné el botón de grabar.

- Tienes razón. Yo me deshice de todos. De Osana-chan, de Riku-kun, de Koharu-chan, de Kokona-chan, de Mei-chan y de todos... todos los integrantes del Club de Ocultismo. Recuerdo perfectamente sus rostros justo antes acabar con sus vidas. Y, cuando lo pienso, siento la misma satisfacción que cuando lo hice.

- Eres... un monstruo... ¡¿Por qué haces todo esto?! ¿Cómo es que la policía no ha encontrado ningún rastro para inculparte?

- Me las arreglo bien. Es lo que tiene cuando haces cosas por amor.

- ... ¿P-Por amor? ¿Qué quiere decir eso?

Abrí la otra parte de la caja de herramientas y saqué un cúter.

- Todos vosotros sois y habéis sido un estorbo en mi relación con Senpai. Y eso acabará pronto.

- ¿S-Senpai?

Corté su camisa del instituto. La había hecho una gran herida en todo el costado.

- ¡AAAAAAAAAHHH!

- Taro Yamada. Es mi novio. Y no dejaré que nadie más me lo intente quitar.

- ¿T-Taro-kun?

La hice otra raja.

- ¡AAAAAAAAAAAAAAAH! ¡DUELE!

La cogí del pelo y tiré.

- ¿Duele? ¿DUELE? ¡CLARO QUE DUELE! ¡PERO TÚ NO SABES LO QUE DUELE VER CÓMO FLIRTEÁIS A MI CHICO! ¡ÉL ES MÍO! ¡SEREMOS EL UNO PARA EL OTRO! ¡YO SERÉ QUIÉN LE HAGA LOS BENTOS! ¡SALDREMOS DE CITA JUNTOS! ¡HAREMOS DEPORTE JUNTOS! ¡Y SERÉ YO QUIÉN ME HAGA LAS FOTOS CON ÉL! ¡NADIE MÁS, PORQUE ÉL ES MÍ-O!

- ¡¡¡AAAAHHH AHHHHHHH AHHHH!!

- ¿Sabes qué, amiga? En otras circunstancias, en un mundo paralelo, en una línea temporal diferente... te hubiera dejado vivir, y te hubiera dicho simplemente que dejases a Senpai en paz, que yo soy quien quiere conquistarlo y necesitaba que te alejases de él. Te lo hubiera dicho y tú me habrías hecho caso, amiga~ Pero... necesito matar a otra rival. Si no hubiese tantas roba-senpais, hubieras seguido cuerda.

- A-AAH.... Taro-kun nunca amará a un monstruo como tú. Eres odiosa.

La pegué una patada.

- Haré que seas tú quien mate... a la enfermera.

- ¿¿Cómo?? ¿¿A-A la enfermera?? Ksó... ¡NO LO HARÉ!

- Acabaré con tu mente... y me obedecerás. - La quité la camisa y la levanté la falda. - Sonríe a la cámara.

Cogí unas pinzas y empecé a arrancarle las uñas de los dedos. Herí sus partes y sus pechos. La pegué y azoté toda la noche. Ella gritaba y miraba a la cámara pidiendo socorro horrorizada. Yo la decía que ese vídeo iba a ser subido a páginas porno masoquistas de manera anónima y nadie me iba a descubrir, pero todos iban a saber cómo eran sus partes y no solo el chico con el que había estado jugueteando días atrás, Ryusei, sino TODO EL MUNDO. Ella se sentía humillada aún más, iba perdiendo su sentido de la conciencia... hasta que su mente comenzó a quebrarse. Aunque ella pidiese clemencia, aunque ella asegurase que no diría nada relacionado conmigo, aunque quisiera que la dejase ir... la hice ver que nunca dejaría que se alejase de mi poder.

Llegó el amanecer y tenía que ir a clase.

- ¿Me obedecerás? - la pregunté.

Ella pasó un rato sin responder, sin ejecutar ningún tipo de movimiento; pero después de un minuto, negó con la cabeza.

- Maldita...

La pegué un tajo en la mejilla.

- Iré a la hora del descanso para ir al Club de Kárate.

Hicimos otra sesión de tortura... hasta la hora de la comida. Me había puesto rápidamente el uniforme y usé la bicicleta para llegar lo antes posible. Usé el móvil para mandarle varias fotos de las bragas de Saki a Info-chan mientras subía las escaleras hasta el Club de Kárate. Ella me iba a hacer el favor de borrar todos mis retrasos de los ordenadores y cuadernos de los profesores, además de cualquier indicación que tuviese que ver con que Saki fue a mi casa el día anterior.

Abrí la puerta del club. Estaban Budo Masuta, Juku Ren (un chico de primero) y Mina Rai (una chica de mi curso que es la mano derecha de Budo).

- ¡Hola, Ayano-chan! Me alegro de que al fin vinieses - saludó Budo.

- ¡Hola, Budo-senpai! ^^

- No te he visto por la mañana ¿Te encontrabas mal?

- Un poco dolorida del accidente de ayer ¡pero estoy bien! ¡Estoy lista para unirme a vuestro club!

- Oh... Esas son las ganas que quiero ^^

- ¡Espera Budo-kun! - objetó Mina - Ayano-chan no puede empezar a practicar si tiene una lesión.

- ¡No te preocupes, Mina-chan! ¡Estoy bien! - dije.

- ¡No se hable más! - Budo fue hacia un cajón con mucho uniformes blancos de luchador de Kárate y me dio uno. - ¡Oficialmente eres miembro de nuestro club! ¡Bienvenida! ¡Tenemos entrenamiento lunes, miércoles y jueves por la tarde, y viernes a la hora del descanso!

- ¡Bien! ^_^

- Tienes cara de sueño, Ayano-chan - intervino Mina de nuevo. - Debes estar cansada. Hoy no tienes porqué venir.

- ¡Estoy en plena forma!

Esa misma tarde asistí a mi primer entrenamiento. Budo me ayudó mucho y estaba muy atento. La verdad es que eso me hizo sentirme más fuerte. Si una rival se me escapaba de las manos, tenía que saber manejar la situación luchando. Eso y que Budo había sido muy insistente con su Club las pasadas semanas.

Tras el entrenamiento, oí que Budo y Mina tuvieron una fuerte discusión relacionada conmigo. Supongo que Mina me tenía echada el ojo al ser de su curso, con tan pocos amigos y cerrando todos los club con los que me cruzaba. Aún así, Budo parecía defenderme hasta la muerte. Estaba siendo bastante amable conmigo...

Regresé a casa y lo primero que hice fue prepararme yakitoris y bajar al sótano. Saki se había meado encima por estar todo el día ahí sentada. También parecía tener hambre, ya que veía mis yakitoris como si fueran lo más valioso del mundo.

- No eres nadie. Más bien, no eres nada, Saki - dije.

Los ojos de Saki perdieron su brillo de siempre, su tono de piel era blanquecino casi verde, todo su cuerpo estaba ensangrentado, su ropa estaba rasgada y no poseía una sola uña.

- ¿Me obedecerás?

- ... ... ... Sí. Haré todo lo que me ordenes.

- Así me gusta. Ahora te lavaré y mañana irás por fin al colegio. Harás exactamente lo que yo te diga.

Sé que lo que hice fue cruel e inhumano. Torturar a una compañera que confiaba en mí que casi me consideraba su amiga por un chico... Pensarás que estoy enferma, que soy una mala persona. Soy la peor protagonista que cualquier historia pueda tener. Supongo que esperabas que esto iba a ser una historia de amor dulce como los shoujos, o tal vez una historia de amor en la que luchaba contra los malos... No. Soy una asesina, soy Yandere. Y me da igual lo que pienses mientras no tenga que ver con mi Senpai, y si es así... iré a por ti.



viernes, 12 de agosto de 2016

41. Sorpresa ~



Llegué a casa y, como hacemos todos cuando tenemos visita, me dediqué a limpiar y a ordenar la casa como pude, aunque, lo que seguramente el resto del mundo no piensa mientras limpia, es en tácticas para matar a rivales en el amor. (¿O sí :v?) También me dio tiempo a prepararle una sorpresita~


Llegaron las siete y el timbre sonó. Fue bastante puntual aún habiendo mandado mi ubicación por Whatsapp en el último momento. La abrí, nos saludamos y pasamos al salón. Saki dejó sus cosas y se sentó en el sofá.


- ¡Tienes una casa muy bonita, Yan-chan! ^.^ - dijo alegremente, como suele ser.


- Gracias (¡¿pero ahora por qué me llamas Yan-chan?! e_e) :)


- ¿Dónde están tus padres?


- De viaje~


- Entonces, ¿te encargas tú de ti misma? Debe ser duro.


- Me las arreglo~


- Quería agradecerte que me invitases y quisieras pasar la tarde conmigo. Me siento tan sola con lo de... ya sabes. También quería comentarte esa cosa de la que quería hablar.


- Te escucho.


- Verás... no sé qué hacer ¿Sabes quién es Taro Yamada? Va a mi curso, creo que te lo encontraste. Bueno... está bastante mal. Está bastante afectado por todo lo que está sucediendo. Y me llama la atención porque realmente es casualidad que mucha gente relacionada con él sea la que está... desapareciendo.


- ... (DDDDDD:<)


- Las demás chicas no sé, pero sé que Mei-chan y sobre todo Kokona-chan, sentían algo por él. Estaban mal por otros asuntos, de eso a que piense que realmente fueron suicidios, pero es bastante casualidad.


- La verdad es que sí.


- No quería admitirlo, pero cuando Kokona-chan me hablaba de él, yo sentía un poco de celos. Me llevaba muy bien con Taro-kun y no quería perderle y menos si empezaba una relación con mi amiga. Ahora ella no está y él y yo estamos prácticamente solos... Nos hemos estado viendo más de lo a menudo y... creo...


- ... (no me jodas....)


- Creo que siento algo por él. Tal vez si voy el viernes al cerezo junto a él y le digo todo...


- ¿Quieres un trozo de pastel? - la corté.


- Oh... Pues... ... vale, los hacías muy bien en el Club de Cocina.


Me levanté del sofá y fui hacia la cocina. Mientras, Miku miraba hacia abajo y seguía hablando.


- ... tal vez así nos olvidemos de todo esto que está pasando y seamos por fin felices juntos...


Eso fue lo último que quise escuchar. En algún mundo paralelo en el que no tenía a una enfermera también detrás de él, le hubiera dado ese pastel y le hubiera hablado de mis verdaderos sentimientos hacia Senpai, además de decirla educadamente que se alejase; pero la dura realidad me ponía a dos rivales a la vez... y conocía la manera más eficaz de acabar con ambas.


Me posicioné silenciosamente detrás de ella, que seguía hablando, y saqué "la sorpresa". Justo entonces Saki me oyó y se giró extrañada. Cuando vio "la sorpresa" y mi alocada cara, sus ojos se pusieron como platos y su piel palideció.


- ¿Qué? ¿Ayano-chan? ¿Qué es eso? ¡¡AYUDA!! ¡¡¡¡NO!!!!


La sorpresa se clavó en ella y cayó dormida. Reí orgullosa de lo bien que me había servido esa sorpresa: la jeringuilla MUAHAHAHHAHAHAHA AHAHAHAHAAHAHAHHAHAHHAHAHA!!


PREGUNTA: Los que seguís el juego sabéis lo que viene ahora. Sin embargo, el juego cuando ocurre ESO no lo muestra directamente ¿Queréis que escriba cómo ocurre ESO o lo censuro como en el juego? Graciiias por leer^^


lunes, 8 de agosto de 2016

41. Los peculiares tratamientos de la enfermera


Tal vez esa fue la noche en la que más extraña me sentí en casa. Pensé en mi madre haciendo todo tipo de barbaridades por mi padre y también en ese periodista con una vida pésima por curiosear por donde no debía.

Dado que el ambiente estaba cargado, decidí cenar unos tacos con salsa picante. Sí, salsa picante para cenar. Me sienta de maravilla.

Y fue tirarme a la cama para dormir y ser incapaz de cerrar los ojos. No dejaba de darle vueltas a la información de las cintas "¿Quién puede ser la hija del periodista?" me repetía una y otra vez. Tenía que ser una actual estudiante del instituto ¿pero cuál?

En efecto no podía dormir, asique estiré el brazo hacia la mesilla de noche y cogí el móvil. Eché un vistazo a Facebook... maldita suerte la de Saki Miyu cuando vi su última publicación: un selfie de ella y Taro Yamada sonrientes con un helado de una cafetería que estaba al lado del instituto.

- ¡¡MALDITA SEA!!

Tiré el móvil. Tras oírlo caer al suelo, se hizo el silencio... Permanecí con cara de enfado.

- La mataré.

Apenas dormí la noche del martes, sin embargo, llegué al instituto perfectamente despierta. Para rematar más la mala racha que estaba llevando, se acercó Midori Gurin a hacerme fotos.

- ¡Yaan-chaaaan~! ¡¡Eres sospechosa~!! ¬U¬

- ¿Sospechosa? - pregunté extrañada.

- Cada club al que te unes le pasa algo malo ¿No crees que es demasiada casualidad?

- e.é... No digas tonterías, Gurin-chan.

-Mmmmmmm a_a

- ¿QUÉ?!

- Nadaaaa, baka~ Era una broma jajajaj ^_^ Sé que tú nunca harías algo así.

- Ufffff.... -.-

Entonces pasó al lado de nosotras la profesora de Educación Física, esa profesora guapa pero estricta en sus clases. Iba cargada con una caja llena de pesas, a rebosar, de tal manera que PARA EMPEORAR MÁS LA SITUACIÓN, cayó una... justo en mi pie.

- ¡¡KYAAHHH!!

Me tiré al suelo llena de dolor.

- ¡¡Aishi-chan!! ¡Lo siento! - exclamó la profesora - ¡Oh, no!

- ¡Aishi-chaaan! - escuché... era una dulce voz... Me giré y vi que era.. ¡SENPAI!

- ¡Ayano-chaaan! - exclamó Saki, que iba con él.

- ¡Aishi-chaan! - exclamó un cuarto, esta vez era Budo Masuta.

- Auuu~... - Realmente dolía, en especial cuando la profesora de Educación Física me lo apretaba.

- Te tiene que ver la enfermera.

- ¡Yo la llevo! - dijo Budo rápidamente.

- ¡No! ¡La llevaré yo! - dijo Senpai.

- Yamada.....s-senpai...........

Me puse aún más nerviosa ¿De verdad se estaba preocupando por mí? De la emoción me dejé caer al suelo y cerré los ojos. Creyeron que estaba desmayada pero en verdad estaba despierta. Me llevé una decepción sintiendo cómo la profesora me cogía en brazos y no Senpai. Sin embargo, todos los demás me acompañaron, incluido Senpai, aunque Midori estuviese haciendo fotos -.-

La enfermera fue muy amable. Aunque fuese nueva, sabía exactamente cómo tratarme. Disminuyó el dolor y dijo que no me rompí el pie, menos mal.

- Podéis iros todos. Como ya sabéis no es nada grave n.n - dijo la enfermera.

- Me alegro de que estés bien, Aishi-chan - dijo Budo - ¡Ahora no tienes excusa para rechazar al Club de Artes Marciales! :)

- Me pasaré en cuanto pueda ^.^

- Me alegro -U- - dijo la profesora, - ¡Vamos, chicos, a clase! ¡Gurin-chan, me toca hora en tu clase! ¡Prepárate para sudar, señorita!

- ¿Queeeeeeé? D: ¡¿E-En seriooo?! T.T

Todos se iban cuando de pronto la enfermera añadió algo más:

- Uy... E-ese chico...

- ¿Mmm?

La enfermera tocó la frente de Taro. Puso cara de susto.

- ¡Ohh! ¡Pero si estás muy mal!

- ¿Eeeh?

- ¿SENPAI ESTÁ MALO? - grité.

Todos se me quedaron mirando.

- ... ¿eh? Au...

Todos decidieron ignorar eso cuando vieron a la enfermera acercarse mucho a Senpai. También sus pechos se le acercaron MUCHO.

- E-Eeee...

- Profesora, este chico se tiene que quedar un rato conmigo - dijo la enfermera.

- De aaacuerdo~ Si tu lo dices...

- ¡Pero si estoy bien! - dijo Senpai.

- Yo sé mucho sobre enfermería. Onegai~ ¡Déjame curarte!

Me pareció que Taro se sonrojó. No sé cómo no me rompí los dientes de lo mucho que los apreté.

- Puedes irte tú también n.n Estás curada.

- ... Sí, claro.

Me puse en pie y, aunque me doliera un poco, en efecto pude caminar sin problemas. Salí de la enfermería... pero inmediatamente busqué una silla, o mesa, o algo que hubiese por el pasillo, para ver por el pequeño cristal que había arriba de la puerta de la enfermería. Encontré una caja de balones medicinales al fondo del pasillo y me subí.

- M-Me encuentro bien, enfermera - decía Senpai, sentado en la camilla.

- Yo no estaría tan segura - dijo la enfermera... volviendo a acercarse demasiado a Senpai. - Tienes ojeras, eso significa que no duermes bien. Estás más pálido de lo que tu piel suele estar, por lo que estos días no lo has pasado bien. Pareces triste... ¡y eso no puede ser! ¡Con lo mono que eres!

- G-Gracias, enferme... ¡uuuuh!

La nariz de Senpai estaba sangrando. No pude más y saqué un balón medicinal de la caja. Pesaba un poco pero lo suficiente como para manejarla.

Abrí un poco la puerta de la enfermería y me situé a un lado.

- ¿Uh? ¿Qué ha sido eso?

La enfermera se acercó a la puerta y en cuanto salió a mirar a los lados, la golpeé con el balón sin que llegase a verme. La golpeé varias veces mientra gritaba y salí corriendo.

- ¡E-Enfermera! - exclamó Senpai.

Entonces corrí a los baños y me encerré. Ufff...

Pasaron varios minutos y conseguí salir del baño e irme a las siguientes clases. Durante el recreo estuve atenta a Senpai, que estaba leyendo un libro en la fuente del patio, asique estaba igual de guapo que siempre.

Entonces decidí pasarme por la enfermería... ¿qué clase de enfermera era, que hacía cosas así a un estudiante?! Llegué y la escuché hablando con mi tutora.

- Entonces Aishi-san está perfectamente ¿no?

- Sí ^.^ Todo está bien.

- Me alegro -U-

- Oye, profesora.

- Dime.

- ¿Es verdad lo que dicen? ¿Lo del cerezo que acepta los sentimientos de cualquier chica si se confiesan a su amado?

- Dicen que sí. Es una leyenda que lleva en el instituto desde hace algún tiempo ¿A caso te vas a confesar a alguien?

- Jiji... M-me gustaría. Aunque le conozco desde hace poco... Pero es que es tan mono... Es exactamente mi tipo♥

"MALDITAAA", gritó mi cerebro. Quise sacarla de allí y matarla. Entré a escondidas y abrí un cajón lleno de cosas. Cogí la jeringuilla y me fui asegurándome que no me hubiesen visto. Esa apestosa mujer se había encaprichado con mi Senpai y ahora se iba a enterar quién es la chica que de verdad merece estar con él.

Mi móvil comenzó a vibrar. Al sacarlo vi que era una llamada de Saki.

- ¿Sí?

- ¡Hola, Ayano-chan! ¿Cómo va tu pie? ^.^

- Bien. Ya no me duele casi.

- Me alegro un montón... Oye, estaba pensando... ¿te apetece que nos veamos esta tarde?

- ¿Quieres que quedemos?

- ¡Sí! Es que... quiero hablar contigo de un asunto. No sé quién me podría escuchar >.< Solo será un momento.

- ¡Claro! ¿Qué te parece... en mi casa a las 7? ;)

jijiji


lunes, 1 de agosto de 2016

40. La última grabación



Tras un duro fin de semana sola en el que no me faltó una hora de interrogatorio de la policía, llegó el lunes. Por lo que escuché de los murmullos de los demás, muchos opinaban que los del Club de Ocultismo desencadenaron su locura y empezaron a matar a todos y se sacrificaron "porque eran satánicos". Sí, los bulos escolares son patéticos, pero lo peor es que la gente, que es muy tonta, se los creen. Aún así no evitaba algunas miradas al pasar cerca de algunos grupos de cotillas. A muchos les sonaba que yo estaba en ese Club.

- ¡Ayano-chaaan! - exclamó Saki.

- (AMIGAA~) Buenos días, Saki-chan.

- Buenos días... ¿P-Puedo ir contigo a clase?

Parecía tener bastante miedo... casi tanto como el resto de estudiantes.

- Claro - la contesté.

- No sé qué vamos a hacer... han matado a la profesora de Psicología u_u

- Ocurren cosas un tanto... peculiares - comenté.

- Muertes, Ayano-chan. Verdaderas muertes. Espero que no haya más porque, si hay alguna muerte más, yo no sé qué voy a hacer.

-Estamos en una situación difícil...

- Y que lo digas... Pero bueno, al menos esto ha servido para unir por fin a esos dos.

- ¿Esos dos? ¿Quiénes?

Saki señaló con la barbilla a dos estudiantes que reían y corrían alegres. Eran Pippi Osu y Ryuto Ippongo... al parecer habían sido capaces de aceptar sus sentimientos y comenzar una relación.

- Me alegro por ellos - dije feliz una vez llegué a la conclusión de que Pippi nunca iba a ser mi rival.

- Chicas - escuchamos.

Nos giramos y... ¡era Senpai!

- ¡Taro-kun! - exclamó Saki.

- Hola, chicas. Perdona que...

Mi corazón latía con fuerza y me puse roja como un tomate. Me perdí una parte de la conversación hasta que escuché.

- ¿Podemos irnos tú y yo, Saki-chan?

- ¡C-Claro, Taro-kun! Bueno, Ayano-chan... ¡hasta luego!

- Ha... hasta luego...

Se fueron ¿Qué narices?! ¿POR QUÉ ELLA ESTABA CON ÉL? ¡MALDITA SEA!

Sonó la campana y corrí a clase. No dejaba de pensar en que Saki y Taro podían estar juntos en ese momento... Grr... Pero... ¿era en serio que ahora Saki iba a ser mi rival?

Nos presentaron a la nueva enfermera. Me sorprendió la rapidez con la que la contrataron. Al parecer la ley obligaba a tener el servicio de enfermería siempre activo para tomar clases. Era joven y guapa, recién salida de la carrera de enfermería. Tenía buen cuerpo, sus ojos y su ondulado pelo eran rosas.

- Gracias, chicos, por recibirme n.n - dijo con una sonrisa dulce. Todos los chicos comenzaron a babear. Nunca entenderé eso... sin embargo esa mujer parecía muy torpe, pues se cayó y casi se le veían las bragas.

- ¡UOOOOOO! - exclamaron los chicos, emocionados.

- ¿Qué educación os hemos enseñado en esta escuela? - regañó nuestra profesora.

Tras acabar las primeras clases llegó el mediodía y durante el descanso quise irme a stalkear a Senpai y a Saki, que estaban demasiado juntitos... sin embargo, fue encontrarme con las hermanas Basu y que se me congelase la sangre. En aquel momento tenía una misión importante, que era escuchar la última cinta de casette. Un poco a regañadientes, fui al Club Gaming, hablé un poco con Pippi (aunque pareciera estar en otro mundo pensando en su Ryuto) y enseguida me puse a escuchar la cinta en el reproductor del club. Cuando le di al play, sonó de nuevo la voz del periodista




"La encontré. No fue difícil. Ni siquiera se mudó de su ciudad natal. La he estado siguiendo por la ciudad durante toda la semana pasada. No es difícil seguir a alguien sin ser descubierto si sabes cómo hacerlo bien. La única parte difícil es que no podía evitar consumirme del disgusto cuando la miraba. Pensando en cómo se salió con la suya, en los actos de los que es responsable... casi me ciega de la rabia.

Toda esta semana he sentido como que algo andaba mal. Ayer me di cuenta de lo que era. Me sorprendió el tiempo que tardé en averiguarlo. Había cambiado repentinamente de dirección mientras caminaba o se quedaba en un lugar aparentemente sin razón. Reconozco que ese comportamiento es el mío propio. Sabía lo que estaba haciendo... ella estaba acechando, stalkeando, a alguien. No pasó mucho tiempo para averiguar quién era su presa.

Una mujer joven, recién salida del instituto. No sé lo que hizo mal, pero estaba claro que ella estaba marcada para morir. Ella iba a estar muerta dentro de una semana si no hacía algo. Quería advertirle que una asesina la estaba acechando pero... no podía repetir los errores del pasado.

Con el fin de condenar a ese monstruo y enviarla a prisión, necesitaba evidencia firme de que ella es una asesina. Si salvaba la vida a esa joven, no iba a tener prueba alguna. Tenía que dejarla morir... y tenía que estar allí cuando sucediese, grabando su asesinato. Era la única manera de obtener la evidencia que necesitaba, la única manera de asegurarme de que se iba a hacer justicia.

Aunque... ¿era eso realmente justo? ¿Dejar morir a una mujer? Si no hacía que arrestasen a ese monstruo, iba a haber más víctimas en el futuro. Así, dejando que cometa su asesinato por última vez, es... lo que hay que hacer... ¿no?

Pero fui tonto, un maldito idiota ¡Fui descuidado y ella me cogió!

La seguí hacia el callejón pero se perdió en las sombras. Entonces oí su voz detrás de mí... "Cuánto tiempo sin verte, señor periodista." Me di la vuelta y la vi solo a unos pocos centímetros de mí. Ella estaba sonriendo... Reconocí esa sonrisa. Era exactamente la misma que llevaba cuando amenazó mi vida en 1989.

No sabía qué hacer. Solamente corrí. He roto una tregua que duró casi tres décadas ¡Ella sabe que yo iba detrás de ella! No hay manera de que me vaya a dejar vivir ¡Estoy condenado! No puedo ir a la policía. Voy a sonar como un loco balbuceando sin pruebas y, ahora mismo, no tengo ninguna. Incluso si me escuchan y la investigan, no van a encontrar nada. Mi única opción es salir de la ciudad... no. No, no... Es peor que eso. Tengo que salir de Japón.

... Te busqué, pero no te pude encontrar. No puedo esperar a que vuelvas a casa. Tengo que salir de inmediato. Voy a reunir todas las grabaciones que he hecho hasta ahora y las pondré en un lugar donde sé que las vas a encontrar. De esa manera, por lo menos sabrás porqué tu padre desapareció tan de repente. Solo espero que ella no trate de vengarse de mí haciéndote daño a ti.

...

No sé cuando volveré. No sé si voy a estar de vuelta. No sé si ella estará dispuesta a cruzar océanos para cazar a su presa. Si ella es así, voy a tratar de atraerla hacia una trampa. Trataré de exponer su verdadera naturaleza en frente de la policía. Es mi única esperanza.

Sé que tú puedes cuidar de ti misma. Si tuviera más tiempo, te diría tantas cosas... pero no puedo, no ahora.

Mantente a salvo... T-te quiero..."



... Aquella grabación era la clave en mis sospechas. Mi madre, Ryoba Aishi, era esa yandere que mató a gente por mi padre. El periodista se enteró pero acabó huyendo del país... y justamente mis padres se fueron de vacaciones a América... ¡Mi madre quería matar a ese señor, por eso se fue!

Y no solo eso... el audio hablaba de una chica, la hija del periodista ¿Quién podría ser? ¿Por qué han querido que supiese todo esto? ¿Quiénes están detrás... de lo que sea que esté sucediendo o lo que vaya a suceder?