miércoles, 27 de julio de 2016

39. Basu

Poco a poco fui consiguiendo recuperar la consciencia. La cabeza me daba vueltas, tenía todo el cuerpo frío y mis ojos al principio veían borroso. Esperé un rato a que recuperase la vista y traté de levantarme de la superficie en la que estaba tumbada, pero fui incapaz, algo inmovilizaba mis brazos, mis piernas... todo mi cuerpo estaba amarrado con gruesas cuerdas a una cama.

Ya con la vista perfecta empecé a forcejear alterada, pero fue imposible salir de esa situación.

- ¿Qué? ¿Qué significa esto?!

- Vaya vaya~ Al final despertaste~

Giré mi cabeza y las vi a ellas, a las hermanas Basu. Sakyu se acercó a mí con una ligera sonrisa juguetona.

- Me alegro de que hayas te hayas recuperado~

- Tú... ¿Qué ha pasado y qué hago así? ¿Dónde estoy?

Sakyu alzó las manos en señal de que calma.

- Tranquilízate♥ estás en un lugar seguro. No te haremos nada malo.

Inkyu, la hermana pequeña, se acercó y empezó a desatarme de la cama.

- Siento que tuvieras que despertar así~ Pero era por precaución, entiéndelo - añadió Sakyu.

Inkyu terminó de desatarme y me quedé sentada sin apartar la vista de las hermanas. Me dolían las muñecas debido a lo apretadas que estaban las cuerdas.

- ¿Precaución? - pregunté acariciándomelas con el ceño fruncido.

- El demonio deforme te poseyó y logró vengarse. Sabes a qué venganza me refiero. Si no llega a ser por mi Onee-chan no hubieras vuelto en ti.

- ¿Inkyu?

- Te dejó dos pequeñas marcas en el cuello cuando te mordió para expulsar al demonio.

- Queeeé???! Asique sí es cierto... es un vampiro...

- Sí~ - respondió Inkyu.

- Juraría que los vampiros cuando muerden a alguien es para alimentarse de su sangre y no para expulsar a los demonios.

- ¡Jajaja! - rió Sakyu. - En efecto estuviste muy poco tiempo en el Club de los lunáticos esos. Eso y demasiado Crepúsculo.

- Nee-chan~ Conste que me sigue gustando la sangre humana, más que la salsa de tomate que me das todos los días.

- ¬_¬

- Eso quiere decir... - deduje, - que lo que decían era cierto: eres la súcubo.

- Sí♥ Y sé que Oka-chan quería usar mi alma para conseguir a ese chico de tercero... igualita que tú, solo que con métodos más apropiados a ella. Yo por supuesto no quería ayudarla.

- ¿Por qué?

- A diferencia del demonio que te poseyó por sus propios deseos de venganza, a los demás no nos gusta eso de ser invocados. Nos gusta la libertad, la rebeldía... Esa secta no hacía más que hacer que deseásemos alejarnos más de ellos.

- Aunque es divertido gastarles bromas y molestarlos un poquito jiji - añadió Inkyu.

- ¬_¬ ... bueno, eso...~ y porque tú me pareces más interesante, Yan-chan~♥

- ¿Qué?! ¿Sabes lo de...?

- ¿La verdad sobre Osana-chan, Koharu-chan, Kokona-chan, Mei-chan y todas las demás muertes que arrastraron consigo? ¿Tus verdaderos sentimientos y acciones? Lo sabemos absolutamente todo♥

- ¿Quién más sabe de todo eso?! ¿Estáis pensando en llamar a la policía?

- Jijijii - se limitó a reír Sakyu. No entendía qué había dicho tan gracioso.

- ¿No te das cuenta? - dijo Inkyu - Somos aliadas.

- ¿Aliadas? - "No me gustan las aliadas, sobre todo cuando saben más que yo -_-"

- Me encanta ver las historias de amor complicadas del instituto, aunque ya me estaba aburriendo, porque todo es siempre tan normal... - explicó Sakyu, - luego llegaste tú y comenzaste a actuar por tu Senpai... a matar a gente de las maneras más retorcidas que había. Me encantó desde el primer momento, asique estuve como espectadora durante todo este tiempo. Y... no lo dudes, quiero un final feliz para tu Senpai y para ti, aunque...

Sakyu calló intentando frenar algo que no podía decir.

- ¿"Aunque"?

Ella sacó una cinta de cassete de la falda y me la lanzó. La cogí al vuelo. Era igual a las anteriores.

- Es la última parte de todas esas cintas que has estado escuchando durante estas semanas. Óyela como sueles hacer y ten mucho cuidado.

- ¡Eh! ¿Has sido tú quién me puso esas cintas en la taquilla el otro día?

- ... Lo cierto es que no.

- !!!

- No puedo decirte mucho más, Ayano-chan, pero hay distintas personas que saben muchas cosas... personas que debes recordar que son tus enemigas. Debes tener cuidado con ellas o tu Senpai lo pasará mal.

- ¿QUÉ? ¿A QUÉ TE REFIERES CON ESO? ¡¡¡No entiendo nada!!! ¡¿Qué le van a hacer a Senpai?!

- Ten cuidado con lo que haces. No pongas al instituto más loco de lo que ya está. A propósito, no te preocupes si tienes algún sueño o visión rara, es normal de las personas que han sido poseídas. Ah, y nada de matarnos a ninguna de nosotras dos. Recuerda que somos aliadas ;)♥

Sakyu e Inkyu se fueron alejando y yo traté de agarrarlas para interrogarlas, pero de pronto la estancia cambió, la cabeza me dio vueltas y vueltas y reaparecí en otro lugar, esa vez, en mi habitación, en casa.

Me tiré en la cama confusa por todo lo que acababa de pasar. No hacía más que pensar en lo que hice en el Club de Ocultismo, la conversación con las hermanas Basu y... en Senpai. No podía concebir que él pueda estar en peligro. No podía aceptarlo... no quería que le tocasen.

- Senpai... sigo queriendo tu amor... - me llevé la mano al pecho - Te protegeré con mi vida si es necesario, mi chico... Pronto estaremos juntos. Muy, muy pronto.


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