martes, 2 de febrero de 2016

3. Maldita Midori

Por poco no llegaba a la presentación. Casi todos los estudiantes estaban ya sentados en las sillas aplaudiendo al director, que acababa de subirse al escenario donde iba a soltar el discurso del comienzo del nuevo curso.
El chico con el que me había chocado en la calle, el chico de mis sueños, estaba sentado junto a aquella chica, que probablemente sería su amiga. Lo cierto es que en ese momento pensé que aquella chica si estaba en el curso pasado, pero en un curso más adelantado que yo.
- Será posible que él sea un año más que yo... Es... Es mi Senpai - murmuré.
- ¡Buenos días, Yan-chan! - me saludó alguien, controlando que ningún profesor la viese hablar.
Oh, no. Era la pesada de Midori Gurin. Una chica de clase con un llamativo pelo verde y largo que siempre se pasaba el tiempo con el móvil y molestando... sobre todo molestándome a mí.
- Oh... Tú... ¿Otra vez con lo de "Yan-chan"...? Por qué...
- Jijiji - rió disimuladamente, o en otras palabras, como una imbécil - Es que es divertido~ Tienes una personalidad muy curiosa^^
- Ya... claro.
Volví a mirar a mi Senpai. Estaba tan guapo... aunque le viese desde atrás. Ese cabello tan bien cuidado no era como el de los otros chicos, la chaqueta del uniforme la llevaba perfectamente sin ningún tipo de mancha y bien abrochada... Él es tan guapo e ideal... Dejé de escuchar a Midori, a los profesores, al director y a las presentaciones de los diferentes clubs... solo me importaba él.
Por alguna razón, la amiga de Senpai decidió echar una ojeada hacia atrás. Nuestras miradas se cruzaron y se acercó al oído de Senpai. Este se volteó, me miró y mi corazón comenzó a latir muy fuertemente. Me puse muy nerviosa, algo que hizo que Senapai arquease la ceja y volviese a mirar hacia delante resbalándose un poco del asiento. Qué mono... aunque luego pensé en que habría pensado algo malo de mí por culpa de su estúpida amiga y me puse aún más nerviosa. Ay... ¡Me había quedado hipnotizada por él! ¡¿Qué iba a pensar de mí ahora?!
La aburrida presentación acabó y nos dirigimos a la entrada, donde estaban las taquillas de todos los estudiantes. Me acerqué a la mía con Midori Gurin pisándome los talones. Qué pesada... ojalá pudiese matarla.
- ¿Qué quieres ahora, Gurin-chan?
- ¡Hablar!^^- respondió sonriente - Lo de antes no fue nada, qué pesadas son las profesoras... Uff
- ¿Y por qué tanto interés en hablar conmigo? e.e
- ¡Eres muy buena compañera de clase, Yan-chan! ¡Y muy divertida!
- Ya, claro.
- ¡Si te abrieras más y todos te conociesen, serías superpopular!
Rebusqué en la cartera la llave de mi taquilla y la saqué.
- Nadie podría llegar a conocerme.
- ¡Claro que sí! Solo si le pusieses un poco de interés...
- Que no, Gurin-chan, que no. Estoy muy bien como estoy.
- No puedes estar toda tu vida sola ¡Hay que socializar!
"No tengo tiempo para socializar si no puedo estar con Senpai" pensé.
- Estoy bien en clase - dije, - y tengo un grupo con el que juntarme en los recreos ¿Qué más puedo pedir?
- ¡Te juntas pero nunca quedas con ellas después de clase! Siempre pones la excusa  de que quieres acabar una serie anime.
Metí la llave en la cerradura.
- Fairy Tail me engancha mucho. Al igual que tú estás enganchada con el móvil.
- Jajajajaa Bueno~ Es cierto que estoy mucho con el móvil, pero es algo muy común hoy en día... blablabla
Cuando abrí vi una nota rosa. Yo no había puesto eso ahí.
"Qué extraño..." pensé. La cogí y la leí. Decía: "Te espero en la azotea a las 4.00 pm."
"Tal vez debería ir... ¿Y si es mi Senpai? ♥_♥"
 - blablabla... De hecho, mi preciado móvil lo usé este verano para mandarte mensajes pero nunca me contestaste. Supongo que estarías ocupada, pero no sé ya que usas el ordenador para ver anime, tal vez tengas un segundito para leer mis mensajes y responderme con algo ¡Nuestra relación como amigas podría ir a mejor!
- Eh... - guardé la nota - ¿Qué?
- ¿Qué? ¿Cómo? ¿No has escuchado nada de lo que te he dicho? D:
Sonó el timbre.
- Tenemos ir a clase. Si no llegaremos tarde.
"... aunque quiero que lleguen ya las 4 ¡Oh! ¿Y si Senpai... ¡se me confiesa!?



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