jueves, 24 de noviembre de 2016

56. Por poco...



Los padres de Budo fueron a la policía para denunciar su desaparición. En esta ocasión, los agentes vinieron con perros para poder rastrearle. En cuanto me enteré cogí un gato y lo maté para que su olor despistase a los perros.

- Seguro que ha sido el maldito asesino del instituto... - dijo Sho Kunin, un compañero del Club de Kárate y mejor amigo de Budo Masuta.

Mina Rai apretó el puño. Pareciera que estuviese a punto de llorar, pero no fue así. Echó una mirada al entorno y me miró:

- Supongo que estarás contenta de que cerremos también nuestro club.

- ¿Eh? - dije.

- No te hagas la tonta.

Shima Shita se puso en medio.

- ¡Mina-senpai! ¡¿Qué estás insinuando?! ¡Ayano-chan es una de los nuestros!

- O al menos eso es lo que le conviene. Dime, Shima-chan, chicos, ¿no es curioso que a cada club que vaya Aishi-chan acaban cerrándolo porque le ha pasado algo a su líder?

- ¡También han desaparecido los delincuentes junto a su líder! - apuntó Juku Ren.

- Otra líder... ¿qué pasa, Aishi-chan? ¿Pretendes acabar con todos los líderes? ¿Es por algún libro de esos que hayas leído? Según me dicen, el año pasado estabas sola.

- Rai-senpai... - dije, aunque no pude evitar cierto tono de enfado - ... No sé qué estás diciendo.

- La típica frase de hacerse la víctima cuando en realidad eres la culpable - dijo Mina.

- ¡MINA! - dijeron todos los demás del club de Kárate.

- ¿Ayano Aishi? - dijo un policía.

Todos le miraron.

- Acompáñeme.

- Espero que el inspector la examine... estoy segura de que es ella - dijo Mina Rai.

A esa maldita despechada había que matarla... Lo peor fue cuando apareció Senpai. Me miró con cierto miedo en su rostro y no supe si creía a Mina Rai o qué narices estaba pasando. Solo esperaba que eso no me alejara de su corazón...

Entré al despacho donde estaba el inspector. Era el mismo imbécil de hacía semanas, cuando ocurrió lo de Koharu, la antigua líder del Club de Cocina. Al lado estaba el director del instituto.

Hacía tiempo que no veía al director... Era un hombre triste. Se llamaba Kocho Shuyona y tenía casi 60 años. Tenía el pelo castaño con canas, gafas circulares y tenía barriga cervecera. Ese día llevaba un jersey verde con pantalones beige.

- Hola de nuevo, Aishi-san. Siéntese, por favor - pidió el inspector.

Me hizo un interrogatorio. Dónde estuve por la tarde, qué clase de relación tenía con los desaparecidos, qué creo que podría haberle pasado... Yo por supuesto mentí, dije que en cuanto terminé las clases de kárate y hablé un rato con Budo me fui a casa a leer manga.

- ¿De qué hablaron Masuta-san y usted?


- De mis progresos en el club. Sí, estaba muy implicada en las actividades.

- Eres como tu madre - añadió el director. Sí, en efecto en la época de mi madre también él estaba como director, recién llegado además. Esbozó una pequeña sonrisa que le duró medio segundo.

El inspector sonrió:

- Es curioso. Según el historial de casos te has unido a todos los clubs que debido a estas desapariciones han tenido que cerrar.

- Sí, es bastante curioso - dije intentando dar pena. -Debo tener una maldición o algo...

- Es posible... ¿sabe qué, director? Esto me recuerda al caso que hubo en este mismo instituto sobre una chica desaparecida en los años 80 ¿Se acuerda usted?

- Oh... sí... - respondió melancólicamente.

- Después de decirle a Aishi-san que vuelva con sus amigos ¿me lo podrá volver a contar?

- Ah... sí... claro... por supuesto.

El inspector sonrió satisfecho.

- Puede marcharse.




- ¿QUÉ LA HAN SOLTADO? ¡SE ESTÁN EQUIVOCANDO! ¡ELLA ES...!

Shima, Sho y Juku callaron a Mina. Al menos tenía a 3 que confiaban en mí. Midori Gurin estaba haciendo fotos como siempre, pero para mi sorpresa no vino a asaltarme como solía hacer. De hecho me miró y no hizo nada.

- ... Qué raro - murmuré.

- Eso mismo digo yo.

Me giré. Eran las hermanas Basu.

- Vosotras.

- ¿Segura...? - preguntó Inkyu a su hermana Sakyu.

- Sí - respondió esta - Venimos a felicitarte. De nuevo vuelves a ser declarada inocente.

- Ungh...

- Solo venimos a advertirte un par de cosas ¿Te acuerdas de ELLA?

- ¿Ella...?

- La chica de la videollamada de Skype.

- !!! - Aquella chica me había amenazado en cuanto me vio ponerme al ordenador. Ella sabía quién era, qué había hecho... lo sabía todo - ¿Quién es?

- Eso pronto lo descubrirás, nosotras no te lo podemos decir - dijo Sakyu, - sin embargo, quiero que sepas que se le ha comunicado lo que ocurrió verdaderamente ayer. Al parecer se te escaparon varios súbditos de Shidesu-san, claro que no iban a ir a la poli ya que eso iba en contra de sus principios como vándalos... por lo tanto fueron a su casa a contarle a ella lo ocurrido.

- ... Supongo que tampoco me diréis dónde esta esa casa suya.

- No. Pero a cambio te estamos advirtiendo. A partir de mañana van a instalar unas cámaras de seguridad. El director ha dado su brazo a torcer y lo ha consentido. Ten cuidado con tu próxima víctima.

- No van a haber más víctimas. Hoy mismo es viernes. Voy a confesarme a Senpai.

-!! Ohhh, vaya. Me alegra escuchar eso ¿Quieres varios consejos para cuando te toque... ya sabes... ser suya en la cama? ;3

- QUÉ O//////O - mi corazón se disparó.

- Jijijiji~ Bueno, Yandere-chan... parece que tu misión acaba aquí.

- Ten cuidado - intervino Inkyu.

Según vi, la hermana pequeña Basu no estaba segura de si decirme eso desde hacía tiempo, pero parece que se decidió por fin.

- ¿Más cuidado aún? - pregunté.

- Alguien que presume tener confianza contigo... te traicionará.

- ¿Quién? ¿Qué?

- ¿Lo has visto en una visión? - preguntó Sakyu a su hermana.

- Sí... algo así.

Maldición... hablar con esas dos siempre me ponía los pelos de punta. Siempre decían que me explicarían ciertas cosas, y más que respuestas me creaban más preguntas. Eso y que no eran nada más ni nada menos que una súcubo y una vampira.

- En fin. Hablaremos - dije - No pienso perder un minuto más.

Saqué la carta que una vez escribí contando mis sentimientos. La escribí justo en la misma noche después del primer día de clase. Después de chocarnos y conocernos... Desde entonces siempre soñé con que Senpai la aceptaría. Todo eso ocurrió mucho antes de todo esto... las muertes, las rivales, las mentiras...


Pero por fin era la hora. Por fin era el momento de que Senpai fuese mío. POR FIN IBA A CONFESARLE TODO LO QUE SENTÍA ♥

- ¡ONI-CHAAAAAAAAN!

- ¿Mmm? ¿Qué fue eso?

Me giré y me quedé en blanco. Una niña de coletas abrazó a Senpai.

- Ups - comentó Sakyu. El mundo volvió a tornarse oscuro.



jueves, 17 de noviembre de 2016

55. Me mancho de pintura roja



Tenía los ojos cerrados abatida, sin embargo, de pronto empecé a oír gritos que no eran ni ánimos a acabar conmigo ni insultos hacia mí... eran gritos de pánico. Abrí los ojos y vi a un chico que estaba pegando a los delincuentes con una agilidad increíble. En su mano llevaba una katana enfundada con la que les pegaba. Era Budo Masuta.

Unos delincuentes yacían inconscientes en el suelo. Otros huyeron. Después de todo aquel caos, Budo me levantó.

- Auch - me quejé.

- ¡¿EN QUÉ ESTABAS PENSANDO, IDIOTA?

Le estaba dando un ataque de nervios. Me veía en ese estado con todo mi uniforme sangrando, un cuchillo en el suelo y a Osoro muerta... Me quedé callada y mientras Budo miraba estupefacto la situación, recogí mi cuchillo.

- Ayano-chan... ¿Qué significa...? ¿La has...?

Le miré seria.

- Matado.

Él me miró. Podía notar su miedo.

- Has matado a una persona... Has matado a Osoro... Si te descubren... No puedo... Tú no puedes ser quien...

- Budo-senpai... ... yo soy la asesina del instituto.

Budo no logró reaccionar, cosa que me sorprendió. Le acuchillé, de la manera más limpia que pude. Al menos no quería que sufriera del dolor.

- ... Ayano-chan..... agh... yo... te quería...

El cuerpo de Budo cayó inerte

- Ya no hay nadie que se interponga entre Taro-senpai y yo. Nadie.

Me dolía todo el cuerpo. No sé cómo no pude haberme roto las costillas o algo. Fui a la caseta y encontré una herramienta que hace tiempo quería usar: la sierra mecánica. La puse en marcha y desmembré a Osoro y a Budo. Su cabeza... sus brazos... sus piernas... todo lo separé en distintas bolsas de basura. Las acumulé todas en un cubo, y fui con él al incinerador para quemarlo todo. Limpié todo lo que pude el Club de Jardinería, quité todas mis huellas, recogí mi cuchillo de allí. También me llevé conmigo la katana de Budo. Solo me faltaba ducharme y cambiarme de uniforme.

Fui a los vestuarios y, para mi sorpresa, me encontré con alguien.

- ¡YAN-CHAN! ¿QUÉ TE HA PASADO? DDDDDDDDDD:

Midori Gurin estaba con su cámara de siempre. Al parecer estaba haciendo fotos al vestuario.

- He estado pintando con una amiga del Club de Arte - dije rápidamente, aunque mi cara debió darle tanto miedo que Midori se puso blanca.

- ¿T-Tú pintas...?

- Es para una fiesta de Halloween.

- O-Oh... lo haces muy bien... ¿Dónde es?

- En... Sizuta Town.

- Oh... genial... bueno, hasta luego.

- ... Adiós.

No me apetecía ir a por ella. Ya había tenido suficiente por ese día. Gran error por mi parte.


miércoles, 9 de noviembre de 2016

54. Yandere-chan VS La líder de los delincuentes


Terminé las clases y las actividades del Club de Kárate. Tras quitarme el traje y ponerme de nuevo el uniforme, Budo se acercó.

- Hoy te he visto más motivada de lo costumbre.

- ¿Sí?

Lo que él no sabía es que estaba entrenando para la pelea con Osoro.

- Sí ¡Me alegra saber que te gusta tanto el Kárate! Pero debes tomártelo con calma.

- Tú no te lo tomaste con calma, Budo-senpai.

- Bueno jejeje, es que a mí me gusta MUCHO.

Alguien carraspeó.

- Budo-senpai~ - era Mina Rai - ¿Querrías salir un rato a la cafetería para hablar?

- ... Oh, lo siento, Mina-chan. Debo quedarme aquí a recoger, pero otra vez será.

- O-Oh... - me miró, con cierto desprecio a mi parecer - Claro... Nos vemos mañana entonces. A-Adiós.

- Hasta mañana, Mina-chan - dijo Budo un tanto tarde, cuando Mina ya se había dado la vuelta. Esta se fue.

- ¿Te gusta Rai-chan? - pregunté sin más.

Budo me miró alarmado. Parece que le asustó mi inexpresión en aquella pregunta tan comprometida. Él respondió:

- ¿Qué? ¡Claro que no! ¡Solo es una muy buena compañera del club!

No sé porqué pero me imaginé a Mina escondida escuchando nuestra conversación a punto de echar a llorar. Parecía un amor no correspondido ¿A quién le gustaba Budo entonces?

- Me gusta otra persona - añadió él.

- ... ¿Osoro?

- ¡NO! Bueno... en su día sí, pero tal y como están las cosas no.

Cogí mi mochila y me dispuse a irme. No quería seguir escuchando.

- A mí me gusta... una chica misteriosa que apareció hace poco en mi vida.

Tenía que irme. Tenía que irme.

- Me alegró mucho saber que quería unirse a mi club. Después de verla entrenar tan motivada no pude evitarlo. Además de que es extremadamente linda... Y es que ella es la luz que hace que este oscuro instituto no sea peor. Hace que cada día sea importante para mí, sobre todo cuando estoy a su lado... ayudándola en Kárate, ayudándola en todo lo que necesite... porque sé que necesita más ayuda, pero ella es misteriosa y no me dice más que asuntos del Club y preguntas extrañas acerca de Osoro y quién me gusta... ¿Ella no se da cuenta... de que quien me gusta es ella?

Mi mente quedó en blanco. Salí corriendo.

No podía complicar más las cosas. Ese era el momento en el que debía darle una paliza a Osoro.

Completamente en tensión, bajé las escaleras, fui hacia el jardín de detrás del edificio y tiré mi mochila por los aires. Vi al grupo de delincuentes, en vez de estar como siempre al lado del incinerador, estaban dentro del Club de Jardinería, destrozándolo todo, tirando al suelo las herramientas de la caseta, estropeando las plantas cultivadas por los estudiantes del Club, arrancando flores, tirando abono por todas partes... En cuanto vi a Osoro no me lo pensé dos veces, me lancé contra ella.

Pocos de ellos me vieron venir y menos se esperaban que mi aparición fuera a ser de aquella manera. Osoro me apartó de un manotazo como a un muñeco. Era más fuerte de lo que pensaba.

- Vaya~ Asique a final has venido...

El resto de delincuentes se pusieron en círculo alrededor nuestro, mirándome con desprecio y vitoreando a su líder.

- VAMOS, MACHACA A ESA NIÑA.

- PÁRTELE LA CARA.

Me daba igual lo que dijesen, yo estaba allí por Senpai. Si la vencía, ella no le tocaría y por fin yo podría confesarme, podría conquistar su corazón; porque eso era lo que quería ¿no? Quería a Senpai... me daba igual todo lo demás. Si había matado a tanta gente, era por él. Si me había unido a distintos clubs, era por él. Si me había poseído un demonio, era por él. Si me había unido al Club de Kárate para ser más fuerte... era por él. Y no por nadie más.

- Qué callada eres... - comentó Osoro - ¿eres una mosquita muerta? Me sorprende que hayas querido llegar a tal extremo ¿Por qué lo haces? ¿Por joderme? ¿Por justicia? ¿Por una apuesta?

- Tú deja en paz a Taro Yamada - cerré los puños.

Osoro se quedó demasiado tiempo en silencio. Se puso más seria que nunca.

- No me digas que te gusta él...

Cruzamos miradas. Las dos sabíamos qué era lo que pasaba. Éramos rivales en el amor. Osoro se quitó su abrigo. Vi todo su cuerpo lleno de vendas, cortes, heridas, cicatrices, el uniforme medio roto, y su robusta musculatura.

Nos lanzamos la una contra la otra y la batalla comenzó.

Lo primero que ella hizo fue pegarme en la tripa y yo gritar de dolor. Ella era rápida y bruta. Era como una pelea entre un elefante y una hormiga. Pensé en las técnicas que me enseñó Budo. Pegué patadas e hice ganchos, pero de poco sirvió después de que ella fuera directa a mi garganta y a mi cara.

"De acuerdo..." pensé. "Se acabó hacerse la buena."

Pensé en Senpai, en su sonrisa, en su mirada, en todo su ser. No iba a renunciar a él por nada del mundo. Me lancé contra Osoro y la tiré del pelo mientras la pegaba en la cara. Le hice sangrar la nariz. Ella gruñó y me cogió para tirarme al suelo. Se puso encima de mí. Los demás delincuentes se acercaron.

- DEJÁDMELA A MÍ - ordenó ella - HIJA DE PUTA, TE HARÉ SUFRIR.

Me pateó y se agachó para seguir pegándome. Me dolía todo, parecía que iba a morir... cuando saqué mi as bajo la falda.

RASHHH

La pegué un tajo en la muñeca. Ella se quedó atónita viendo cómo sangraba.

- Pero qué...

Aún con dolor por todo mi cuerpo, me pegué a ella clavándole mi cuchillo en el corazón.

- A-Agh... a... a-asique eras tú... zorra... aj...

Osoro dejó de respirar y murió rendida. Los demás delincuentes se quedaron estupefactos pero no tardaron en reaccionar.

- ES UNA TRAMPOSA. UNA ASESINA.

- QUE LA HA MATADO, JODER.

- SEGURO QUE ES LA ASESINA DEL INSTITUTO.

Miré a todos los delincuentes. Conté 10 en total. Iba a ser difícil, y más yendo con bates de béisbol.

Esquivé a unos, acuchillé a otros, pero fue inevitable que dos me cogieran y los demás se liaran a pegarme mientras me sujetaban. Estaba acabada. Game over.


jueves, 3 de noviembre de 2016

53. Debería cambiar la contraseña del Facebook


Antes de empezar el capítulo, me disculpo por no haber subido capítulo la semana pasada, ya que estuve de viaje al Salón del Manga de Barcelona (Podéis ver el Vlog en mi canal Viicky Scarlet xD) 

Bien, hecho el "spam" del canal, os inserto un vídeo de Vyze muy interesante que habla sobre un vídeo oculto relacionado con Fun Girl en el penúltimo vídeo de Yandere Dev~

PD: Me encantó el último vídeo de Yandere Dev especial de Halloween ¡Tenéis que verlo! *D*

¡Disfrutad del capítulo! Un abrazo ^^

Cuando me desperté, el reloj marcaba exactamente la hora a la que empezaba la primera clase. Salté de la cama, me vestí con rapidez y me metí la tostada en la boca mientras cogía la mochila. Estuve corriendo durante todo el camino al instituto . Aquello me daba grandes recuerdos de cuando Senpai y yo nos conocimos...

Una vez llegué a la entrada, miré el reloj del móvil y vi que no me iban a dejar pasar, asique decidí esperar en la puerta para la siguiente clase. Fue entonces cuando alguien se acercó a mí... era Osoro Shidesu.

- ¡TÚ! ¡NIÑA!

Me cogió de la camisa de manera agresiva.

- ¡¿Qué estás...?!

- Hacía tiempo que nadie se atrevía a retarme. Tienes ovarios JAJA

No entendía nada de lo que decía.

- No me mires con esa carita ¿O es que a caso ya te has acojonado?

- No te he retado.

- ¿Me estás vacilando? ¿Entonces quién cojones me ha mandado el mensaje de Facebook? ¿Un fantasma?

- ¿Mensaje de Facebook...?

- Deja de hacerte la tonta.

Saqué el móvil rápidamente. Abrí la aplicación de Facebook y fui al apartado de mensajes. Me dio un vuelco al corazón ver un chat con Osoro Shidesu empezado por mí que ponía "Me hace gracia que te hagas llamar líder de los delincuentes solo con creerte la fuerte cuando en realidad no eres más que una fracasada. Mañana pienso pegarte una paliza. Será muy divertido."

"Un fantasma.... Un fantasma.... Será muy divertido" No entendía cómo había podido ocurrir eso, pero todo encajó a la perfección.

Osoro me quitó el móvil.

- DEVUÉLMELO - dije.

- Ni de coña. Si tan valiente eres y quieres tu móvil, nos reuniremos esta tarde cuando todos se hayan ido. Detrás del edificio, junto al Club de Jardinería.

Me quedé callada sin decir nada. Osoro sonrió con maldad y cuando estaba apunto de irse añadí con un tono oscuro que hizo que hasta se diera la vuelta para verme.

- Si pierdo, me quedo sin móvil. Pero si pierdes tú....

- ????

- Renunciarás a Taro Yamada.

- !!!!!!! ¡¿Cómo?!

Tal vez fuese la primera vez en mucho tiempo que se le desencajaba la mandíbula. Noté cómo su cabeza trataba de encontrarle sentido a lo que acababa de decir, aunque más bien yo estaba más preocupada por mi incapacidad de contactar con Info-chan y por enfrentarme esa misma tarde a la persona más fuerte del lugar.

Osoro se fue, sin decir nada. Por otro lado yo me fui al instituto a asistir a la segunda clase del día, aunque desde luego no iba a atender mucho ¿Cómo iba a poder vencer a Osoro? ¿Y quién es Fun Girl y por qué se comporta así?

- Debería cambiar la contraseña del Facebook - murmuré.