sábado, 25 de junio de 2016

33. La nueva rival

Martes. Hora de la comida.

- YAN-CHAAAAN ¡¿QUÉ HACES EN EL CLUB DE OCULTISMO?!

Midori Gurin había chillado eso tan fuerte que me había visto todo el patio, incluido Senpai.

- Qué chicas más extrañas... - le oí decir.

Mi corazón fue a mil y comencé a sudar.  Le dije a Midori:

- Cierra... la boca.

Corrí al edificio y me encontré con Oka.

- ¿A dónde vas corriendo siempre? - preguntó sosteniendo un libro antiguo que me llamó la atención.

- ¡Nada! Solo... me abrumaba estar allí con Midori-chan... ¿Qué es ese libro que llevas, Oka-chan?

- Me sorprende que me trates de "-chan". Los demás me tratan con más respeto.

- ¿Oka-sama?

- No te preocupes. Llámame como quieras. Y sí,  este es un viejo libro de Ocultismo que llevo investigando durante bastante tiempo. Creo que tiene algo que ver con un demonio de los del instituto.

- ¿Demonio del instituto?

- La súcubo. Sé que vive dentro de Sakyu Basu y que su hermana la vampira no la deja usar sus poderes.

- ¿Sakyu Basu-senpai?

Oka me agarró del brazo (¡qué fría estaba su mano...! y nos escondimos detrás de una mesa que yacía en el pasillo. Vimos a las hermanas Basu. Inkyu estaba en el suelo quejándose y Sakyu la estaba regañando. Al parecer había tropezado.

- ¿En serio Inkyu-chan puede mandar sobre su hermana mayor? - pregunté.

- Estoy segura - respondió Oka - Lo presiento.

Ellas se fueron y salimos.

- ¿Qué piensas hacer? - pregunté a Oka mirándola extrañada.

- Todos ya hicieron un sacrificio... ahora yo tengo que completarlo.

Dejé un rato para que se explicase. Oka miró su libro y lo abrió por una página con partes de cuerpo en círculo: un brazo, un ojo, un corazón, una cabeza...; y en el medio una figura oscura que supuse que sería un demonio. 

- Hace años Supana-chan, Kokuma-chan, Chojo-kun y Daku-kun sacrificaron sus ojos derechos para hacer que la súcubo de Sakyu despertase por completo. Sin embargo, no resultó... Hubo un fallo... ¡no sé qué pasó! Pero esta vez no habrá fallos...

- Espera, espera. Se supone que perdieron el ojo por peleas o por que les atacaron animales salvajes.

- Eso es lo que piensa el común de los portales, Ayano-chan. Pero tras una ardua investigación averigüé que necesitaba cuatro almas vírgenes para mi propósito. Dado que no puedo matarles, no importa; los ojos son el espejo del alma y sirven bien para estas ceremonias.

Aquella chica estaba casi tan depravada como yo, y además me estaba confiando uno de los secretos más oscuros de su club. Quién sabe lo que querría hacerme si dejase el club a partir de ese momento...

- Oka-chan... ¿cuál es tu propósito?

La reacción de Oka fue la que menos me podría haber esperado viniendo de ella. Sus pálidas mejillas se tiñeron de rojo, comenzó a sudar y dirigió la mirada hacia el patio.

- Quiero ser... una buena amante. Por primera vez, quiero complacer a un mortal...

- ¿Amante? ¿Amante de quién?

- De ese chico de la clase 3-2, Taro Yamada-senpai.

En ese momento, mi alma volvió a teñirse de oscuridad.


lunes, 20 de junio de 2016

32. Leyendas del Akademi High School

Finalizaron las clases y volví al Club de Ocultismo. Ignoré lo que me dijo Oka Ruto sobre lo de regresar a la hora de la comida para leer libros, ya que prefería espiar a mi Senpai. Al parecer no iba a tener otra rival aquella semana, o al menos por ahora.

La pregunta era: ¿Qué le iba a decir a Oka sobre la razón por la que me unía a su club?

- Siento temor por todo lo que está pasando - comencé a explicar en cuanto ella terminó de encender las velas. - Pienso que todo puede estar relacionado con alguna maldición o algo por el estilo.

Oka me observaba otra vez con esos ojos que te miraban el alma ¿A caso ella sabía algo más? Pasase lo que pasase en ese momento... traje el cúter por si acaso.

- Comprendo - dijo finalmente. - Por eso estás aquí. Para combatir ese miedo.

- Sí.

- ...Ahora vendrán los demás integrantes del club. Hoy haremos tu presentación.

Fueron muy puntuales. El reloj marcó las 17:00 y todos ya estaban allí reunidos, impactados por verme allí. Eran solo tres chicos y dos chicas, todos con el ojo derecho tapado excepto el chico que sustituía a Oka en las semanas pasadas.

- Compañeros... tenemos un nuevo miembro. Es Ayano Aishi, de la clase 2-3. Tras los sucesos de estas semanas, ha decidido unirse a nosotros para descubrir la verdad paranormal de los hechos.

A Daku Atsu no le gustó eso. Puso una mueca de inconformidad. 

- ¡Pero, Oka-sama, ¿estás segura de que es de fiar?!

- ... Si no lo fuera lo hubiera sabido (O eso creo)

- No podemos arriesgarnos a meter a un posible traidor a nuestro club. Hay que ser realistas ¡a nadie, a NADIE le interesa unirse a nosotros! Y si... ¿Y si tuviera un demonio dentro?

- Tsk - dije con los brazos cruzados.

- Creo que en este club somos de todo menos realistas, Daku-kun - apuntó Kokuma Jutsu.

- Daku-kun - se impuso Oka, - soy la líder de este club por algo. He visto cosas de todo tipo, más que cualquiera de vosotros. Sé que Ayano-chan es alguien que necesita ayuda.

- Estoy con Oka-sama - dijo Shin Higaku, el sustituto de la líder. 

Se hizo silencio y al final todos acabaron asintiendo conformes, aunque Daku lo hiciera a regañadientes. Oka se giró al altar y abrió un cajón. De ahí sacó una gargantilla igual que las de los demás miembros del club.

- Ayano Aishi, oficialmente eres una de los nuestros.

Me lo entregó y me lo puse. No me quedaba mal~ Se sentaron todos en círculo y me uní a ellos. Oka cogió una vela y la puso en el centro.

- Ayano-chan, dado que eres nueva, hoy te contaremos las historias que han ocurrido en este instituto. Historias que se han transformado en leyendas condenadas al olvido por el resto de los humanos... pero que nuestros libros recogen.

- ¿Aquí en este instituto han pasado cosas paranormales?

- Cosas horribles que transcendieron a lo paranormal - respondió Supana Churu, no muy convencida de que me contasen esas historias a "una mortal" como yo.

Oka continuó.

- Hubo un tiempo en que este instituto no tenía nada de lo que lamentar. Era perfecto, un ejemplo a seguir. Pero fue creado tras la Segunda Guerra Mundial y muchas maldiciones recayeron sobre estas paredes con el paso del tiempo. En una de las primeras generaciones de estudiantes, hubo tres hermanos: la mayor, el mediano y el pequeño. Los dos hermanos acabaron enamorándose de su hermana mayor, los dos, y su odio fue tan grande que se acabaron matando el uno al otro. El mediano cogió una sierra de los jardines del instituto y desmembró a su hermano pequeño en pequeños trozos; pero no tuvo tiempo de celebrar su victoria por mucho tiempo, ya que el pequeño, que era un experto en ciencias, se las ingenió para crear un incendio en casa una vez que su hermano llegara. El hermano mediano murió abrasado por las llamas.

[NOTA: Lo que acabáis de leer NO es canon, al igual que muchas otras cosas del fanfic x'D, pero esto es solo una teoría mía para el desarrollo de este fanfic. No me matéis, que os mato yo a vosotros *saco el cuchillo de yandere* (?) Un abrazo♥, gracias por leer♥ y ¡continuemos!]

- ¿Y la hermana?

- Vivió sin importarle lo que pasó. Muchos de nosotros pensamos que se convirtió en un demonio del amor.

- ¿Demonio... del amor?

- Sí. Y pienso que eso es lo que conecta esta historia de la siguiente que te vamos a contar. Chojo Tekina y Daku Atsu investigaron mucho sobre el caso.

Dado que Daku no se animaba a hablar, le tocó contarlo a Chojo, el del pelo emo que le tapaba el ojo.

- Durante los años 80 hubo una extraña chica que mató por amor a otra en el baño de las chicas. Su espíritu creó... la magia del cerezo.

- ¿La magia del cerezo?

- Se refiere a la leyenda del cerezo que está detrás de este edificio - dijo Oka. - Todo aquel que confiese su amor a la persona que le gusta en un viernes, lo aceptará... y serán felices para siempre~

"Ungh..." pensé. "Tal vez si le confieso mi amor a Senpai antes que cualquier rival..."

- Pero tiene un problema - informó Daku, que finalmente cayó en la tentación de hablar. - A modo de venganza, la chica que mató a nuestra chica fantasma del cerezo no podría nunca confesar sus sentimientos a su amado. Quedaría condenada a estar sin su amado... al igual que ella. Ni la que la mató ni su descendencia.

"Ni su descendencia... ni su descendencia... ni su descendencia..." resonó en mi cabeza. Esa historia me recordaba mucho a la de los casettes. El periodista, la voz de mi madre hablando con mi padre atado a la silla del sótano...

...

...

... Mierda.



miércoles, 15 de junio de 2016

31. Pesadilla

- Ja ja ja ja ~

Había perdido la noción del tiempo escuchando esa risa. Estaba todo oscuro... hasta que vi a cuatro chicas. Para mi sorpresa eran Osana Najimi, Koharu Hinata, Kokona Haruka y Mei Mio. Todas ellas solían tener un aspecto bonito con unas sonrojadas mejillas cuando estaban en el instituto... sin embargo, allí tenían la piel grisácea. No sonreían como antes, de hecho Osana tenía una herida muy grave en el pecho, así como Kokona, que le sangraba la cabeza.

- Vosotras sois... ¿qué hacéis aquí? - dije.

No hubo respuesta.

- Ja ja ja ja ~ - volví a escuchar.

- ¡Sal de ahí! - chillé.

Entonces apareció una mujer. Era de cabello morado y ojos amarillos, muy maquillada. Estaba desnuda, pero tenía como ramas negras que hacían formas de corazón entorno a su cuerpo. Llevaba medias  que llegaban hasta las rodillas, lujosos tacones y piedras preciosas en los pechos y en el cuello. Me recordó a alguien, pero en aquel momento no supe a quién.

- ¿Quién eres? - la pregunté.

- Ji ji ji~ ¿Aún no sabes quién soy? Creo que nos divertiremos mucho.

- No has contestado a mi pregunta.

- Es que no la voy a contestar, ji ji~ Aún es muy pronto para ti.

Me giré para ver otra vez a mis antiguas rivales allí presentes. Pregunté:

- ¿Qué hacen ellas aquí?

- Son las chicas a las que les robaste a su Senpai.

- Él es MI Senpai, no suyo.

- Ja ja ja~ Cierto~

- ... ¿Qué quieres de mí?

- Solo quería saludarte. Las cosas van a ser muy... terroríficas en esta semana.

- ¿Por qué lo dices? ¿Cómo sabes eso?

- No soy humana, querida. Yo sé muchas cosas♥ Pero tranquila, no tomaré a tu Senpai. Asique si quieres sobrevivir a esta semana tendrás que dejarme vivir.

- ¿Por qué iría yo a matarte?

- SNAP.

- ¿Qué?

- Tendrás una experiencia nueva y anormal al final de la semana. Solo, NO debes matarme. Eso es todo. Chaao~♥

- ¡EH! ¡Vuelve aquí!

Tarde. El despertador sonó y yo pegué un brinco en la cama. Estaba sudorosa con el corazón a mil.

- Otra pesadilla...

Me levanté y fui a cambiarme para comenzar el lunes. El viernes y el fin de semana habían sido bastante ajetreados otra vez, debido al suicidio de Mei, la capitana del Equipo de Natación, y la desaparición de Yuna Hina.

Muchos estudiantes comenzaron a tener bastante miedo. Muchos teorizaban que tal vez podría no haber sido un suicidio, sino que Yuna la mató y huyó, otros dicen que Yuna podría haber sido la responsable de las otras muertes y no Koharu. Otros hablaban de un auténtico asesino en serie en el instituto.

Yo lo había pasado bien la semana pasada con el bullying hacia Mei, pero la cosa no acabó como yo esperaba. Yui Rio me ayudó a deshacerme de Yuna para no testificar lo que de verdad ocurrió, pero a la vez me enteré de que había gente que sabía sobre las muertes y sobre mí... Aquello me puso los pelos de punta. Desde entonces había comenzado a tener pesadillas por las noches, con mis rivales en el amor y esa extraña mujer demoníaca... se me estaba pirando la cabeza.

Era lunes y había tomado una decisión. Había llegado antes de la hora de clases para unirme al grupo que en esos momentos era donde necesitaba estar: el Club de Ocultismo. Eran los únicos que me iban a escuchar. Obviamente no les iba a contar lo que había hecho por mi Senpai, pero sí necesitaba saber el significado de mis pesadillas y aprender a combatir ese miedo que estaba empezando a tener.

Entré al edificio y busqué la sede del club. Una vez llegué, llamé a la puerta.

Esperé... hasta que abrieron. Era Oka Ruto.

- uh... ¿S-Sí?

- Buenos días, Ruto-chan. Quería hablar contigo.

- ¿H-Hablar...?

Parecía vergonzosa. Era totalmente diferente a cuando estaba en trance las veces que me la encontré.

Pasé a su club. Tenía las parecer moradas, un suelo de piedras oscuras, velas posicionadas de alguna manera estratégica, emblemas con la estrella de la magia y estanterías con una gran cantidad de libros, la mayoría, antiguos con cubiertas oscuras que lo seguro no eran para niños.

- ¿De qué querías hablar conmigo...?

- Soy Ayano Aishi, de la clase 2-3. Quería saber qué se hace en este club.

Oka Ruto se extrañó. No parecía que mucha gente se interesase por su club y mucho menos la preguntasen por él.

- Nos... Nos dedicamos a la investigación de fenómenos sobrenaturales y paranormales... Brujas, fantasmas, vampiros, demonios, extraterrestres, psíquicos, viajeros del tiempo... todos ellos son bien recibidos aquí. Todo aquel que se una a nuestro club va a desarrollar una resistencia a las cosas horribles y terroríficas... o sucumbir a ellos... he, he...

Eso sonó muy mal, excepto en que estaba interesada en resistir a las cosas terroríficas. Lo iba a necesitar.

- Quiero unirme a vuestro club - dije.

- ¿T-tú realmente... quieres unirte?...

- Sí.

Oka me observó como si estuviera mirando dentro de mi propia alma, puso muecas de dolor hasta que finalmente dijo:

- ... Esto es una noticia maravillosa...  Tal vez el mundo no sea un lugar tan oscuro y solitario, después de todo... Um... En fin... eres un miembro oficial ahora.

- Gracias, Ruto-chan.

- Nuestras actividades son de 17:00 a 17:30 de lunes a jueves. Es el momento perfecto para la Luna... También puedes venir a la hora de comer para leer algunos libros que tenemos aquí, para ir introduciéndote en esto e investigar por tu cuenta lo que quieras.

- De acuerdo - dije.

Me fui hasta la puerta. Justo antes de girar el pomo, Oka añadió:

- Lo haces por un propósito en concreto, ¿verdad?

La miré sin decirle nada.

- Cuéntamelo esta misma tarde - añadió ella, - antes de comenzar la actividad de hoy.

Asentí. Abrí la puerta y me fui.


domingo, 12 de junio de 2016

30. ¡A la trituradora!

No podía permitir que Yuna Hina saliera de allí con vida, el problema era que no tenía ningún arma para atacarla.

- Yuna-chan - dije, - ¿por qué estás así?

- ¡NO ME TOMES POR TONTA! ¡LO HE VISTO TODO! Tú... ¡FUISTE TÚ! ¡TÚ LES MATASTE A TODOS!

- ...

Ella se giró y corrió dirección a la salida del instituto. Yo también corrí a perseguirla, pero era inútil, se me estaba escapando... De pronto, una chica llegó hasta ella y la pegó en la cabeza con un bate ¿Cómo podía ser eso posible? En ese momento me di cuenta de que esa chica tenía el pelo rojizo. La confundí con Info-chan, pero cuando se giró vi que era Yui Rio. 

- Hola, Yan-chan~ - dijo con una maliciosa sonrisa.

- ... ¿Yui-chan?

Sacó un extraño aparato del bolsillo, le dio a un botón y lo puso sobre el suelo. Limpió la sangre que le había hecho a Yuna.

- ... ¿La has matado? - pregunté.

- Nah~ Solo le hice una brecha. La que mata aquí eres tú.

- ! ¿De qué hablas?

- ¿En serio pensabas que nadie se iba a dar cuenta de tus planes?

¿Cómo Yui podía hablar de esa manera? Info-chan y yo éramos las únicas conocedoras de todo lo que estaba pasando en el instituto, ¿y ahora resultaba que no? ¿Cuánta más gente como Yui podía saber la verdad? En cualquier modo tenía que matarla a ella también.

Apreté el puño, algo en lo que Yui se fijó.

- No te preocupes. No voy a hacer nada contra ti.

- ¿Eeee?

- Siempre he querido hacerle esto a mi prima~ Y SIEMPRE he deseado matar a ciertas personas de este instituto. Que ese sueño empiece a ser real, hace que sin duda disfrute más de ir a clase todos los días.

- ¿Todas las muertes... Osana, Riku, Kokona... cuando apresaron a Koharu... ahora Mei... te satisfacen?

- Me han encantado, Yan-chan; o tal vez debería llamarte Yandere-chan

- !!!! ¿Cómo sabes...?

- Eso no te lo puedo decir. Simplemente no te preocupes. La policía no irá a por ti, al menos por mi parte.

- ¿Alguien más sabe de esto?

Yui se quedó en silencio. Tardó DEMASIADO en responder...

- No te preocupes - repitió - Tu propósito está a salvo. Solo... no llames mucho la atención, y tampoco me dirijas la palabra a partir de ahora. No pueden vernos juntas.

- ¿Por qué?

- Hazme caso. Llévate a Yuna-chan al Club de Jardinería y pásala por la trituradora. Nadie echará de menos su cuerpo.

- !!

- Adiós, Ayano-chan. Esta será la última vez que hablemos.

Se fue. Estaba perdida. Mi corazón estaba acelerado. Me veía horrible, pero cogí a Yuna y corrí a los jardines del instituto. Por suerte, aquel día los miembros del club no estaban allí. Entré y vi una gran máquina verde con cuchillas dentro, la trituradora. Se usaba para todo tipo de cosas referidas a las actividades de ese club, cualquier cosa menos tirar cuerpos de chicas.

Y, sin embargo, eso hice. Metí el cuerpo de Yuna y apreté un gran botón que puso la máquina en funcionamiento. Reí nerviosa mientras veía a Yuna convirtiéndose en un montón de sangre y trocitos pequeños  de carne. Todo fue depositado en un gran barreño. 

Por un lado me sentí orgullosa, pero por otro, reconozco que me daban ganas de vomitar ahí mismo. Me pregunté en qué momento me había vuelto tan retorcida, tan malvada y tan psicópata.. me pregunté en quiénes en verdad sabían lo que estaba pasando allí, me pregunté quiénes eran los que me podrían estar espiando en aquel momento. 

Acabada la sesión, limpié la máquina con cuidado para no dejar evidencia. Cogí el barreño y tiré el contenido por el desagüe más cercano.

Corrí a lavarme y a cambiarme. Olía a sangre. Mi respiración era pesada. Si la policía me fuera a ver en aquel momento... Si aquello fuera a ocurrir... No. Nadie podía acabar conmigo ¿o sí?

Salí de los vestuarios ya con mi uniforme puesto. Mi piernas temblaban cuando de pronto les vi a ellos... Iban todos juntos, como si fueran una gran sombra. La líder del club, dijo en alto, mirándome como si ella supiera exactamente lo que me estaba pasando:

- En nuestro club nunca podríamos estar así ante los espíritus y ante los demonios. Algo así acabaría con nosotros. Hace tiempo que aprendimos el autocontrol.

Otra vez los ojos vacíos de Oka Ruto conectaban con los míos ¿Debía... unirme a su club?


lunes, 6 de junio de 2016

29. Tarde de piscina muy yandere

Era jueves después de clases. Había estado con Saki Miyu más tiempo que nunca.

- ¿Qué crees que le puede pasar al Equipo de Natación con todo lo que está pasando con Mei-chan? - pregunté.

- No sé exactamente... Pero yo creo que habrá unas que estarán en contra de ella y otras a su favor. Yuna-chan seguro que es de las pocas que vaya al entrenamiento de hoy.

- ¿Entrenamiento de hoy? ¿El equipo entrena hoy?

- Sí. En un rato deben estar llegando a los vestuarios mientras Mei-chan prepara la piscina ¿Por qué lo preguntas?

- Naaada~ Curiosidad.

AAAAAAAAAAAHHH Era mi oportunidad. Ese era el momento. Tenía que actuar como sea. Miré en mi mochila como buscando algo.

- ¡No puede ser! - exclamé.

- ¿Huuuuh? o.o 

- ¡Se me ha olvidado el móvil en clase!

- ¡¿En serio?!

- Tiene que estar en mi clase. Necesito ir a por él ya.

- ¿Te acompaño?

- ¡NO! ¡No hace falta! Debes tener muchos deberes. No pasa nada ¡Mañana nos vemos!

Salí corriendo hacia el edificio dejando atrás a Saki. Fui a los baños y me puse el bikini de natación junto con el gorro y las gafas de buceo. Tenía que intentarlo.

Llegué a la piscina y vi a Mei, que estaba nadando sola. Al parecer ese día no esperaba a nadie. Mei descansó y se percató de mi presencia. Al principio se sorprendió y luego puso cierta cara de rabia y tristeza.

- Tú... Eres la que puso ese mensaje... ¿Qué haces aquí?

Me quedé en silencio hasta que respondí:

- Alejarte de mi Senpai.

- ¿De tu... qué...? ¿EH?

Me tiré al agua y nadé hasta ella. Traté de hundirla. Era fuerte, costaba mucho mantenerla abajo. Estaba sin duda más entrenada que yo. Hice toda la fuerza que pude para ganar aquella lucha. Pasaron varios minutos... y la capitana perdió sus fuerzas. Dejó de forcejear. Me alejé de ella y el cuerpo de Mei se quedó flotando boca abajo. Había muerto ahogada.

Me salí de la piscina. Me quité el gorro y las gafas y escribí una nota de suicidio por ella. Nadie la iba a echar en falta después de todo... pero todo tiene una excepción.

Justo en ese mismo instante oí una respiración agitada, con sollozos incluso. Me giré y vi a Yuna Hina vestida de nadadora, preparada para el entrenamiento que ya no se iba a realizar. Me había olvidado de ese detalle que me había dicho Saki. Yuna tartamudeó con los ojos empañados:

- Q-Qué... N-No puede ser... T-Tú...

- Yuna-chan...

- ¡ERES UN MONSTRUO!



jueves, 2 de junio de 2016

28. Bullying y sujetadores perdidos

Al día siguiente, el pupitre de Mei Mio había amanecido lleno de pintadas como "MUÉRETE! OJALÁ TE HAYAS MUERTO TÚ Y NO KOKONA-CHAN! NO QUEREMOS A ZORRAS COMO TÚ! VETE DE AQUÍ! NADIE TE QUIERE, FURCIA!" Todo ello junto con una pequeña flor blanca. En condiciones normales, aquella flor servía para acongojarse del fallecido, como había sucedido con el pupitre de Kokona Haruka, pero en ese contexto, en el que la propietaria del pupitre estaba viva, significaba que ojalá estuviera muerta. Yo desde luego no tuve nada que ver en eso, por supuesto... :)

Mei Mio suspendió el entrenamiento del Equipo de Natación. Estaba sola, sin embargo había personas que seguían hablándose con ella, Yuna Hina y mi senpai... aunque ya no de la misma manera que antes. 

Recuerdo lo bien que me lo pasé viéndola sola en el patio a la hora de comer, sentada en un banco en un rincón mientras la gente murmuraba todo tipo de cosas sobre ella. Era increíble lo efectivo que era el bullying; pero tenía que matarla. Quería matarla, quería que se fuera de este mundo y nos dejase a Senpai y a mí solos.

Oka Ruto y el resto de integrantes del Club de Ocultismo llegaron. No siempre aparecen a la hora de comer. 

- ¿Qué hacen ellos aquí? - pregunté.

Pippi Osu, que en ese momento estaba conmigo, dijo:

- Al parecer a esos les interesa investigar sobre el tema de Mei-chan. Supongo que habrán leído sobre el fenómeno del enjo-kosai y lo habrán relacionado con algo paranormal, como hacen con todo. De hecho, la loca de su líder piensa que las hermanas Basu son una súcubo y una vampira.

- LOL - dije.

- Bueno... Ayano-chan... Yo me voy ya al Club Gaming.

- Qué raro. Dijiste que como hoy tenías pizza comerías conmigo.

- Ungh...

- ???

- Lo siento, Ayano-chan. Te diría que es por asuntos del club, pero no es así. Midori-chan me ha hablado de que lo de Mei-chan ha sido por ese mensaje que pusiste en Facebook. Eso no ha estado bien.

- Oh~ ¿Y estás huyendo de mí? 

- Lo siento. No quiero meterme en estas movidas :S Me voy.

Pippi se fue. En parte la entendía, si a ella no le gustaba la gente, mucho menos le iba a gustar estar con alguien que había dicho algo malo sobre otra persona, es decir, yo. A Pippi no le gustaban las peleas ni los malos rollos, siempre quería estar en su mundo.

- Ayano-chan - dijo una voz.

- Oh. Hola Saki-chan. (Esas coletas azules tan perfectas como siempre a-mi-ga~)

- Quería decirte que... no te preocupes por haber mandado ese mensaje en Facebook. He oído que muchos te critican por haber hecho algo así, pero yo pienso que era necesario decir la verdad, aunque la verdad sea dura.

- Gracias, Saki-chan. Sé que tú también viste a Mei-chan haciendo... eso.

- Sí... La verdad, al principio no me lo creía. Pero era así.

- ... .... ... Oye, ¿Es a mí o no llevas sujetador?

Saki se puso roja como un tomate.

- ¿EH? ¿QUÉ? ¿QUÉ DICES? ¿CÓMO LO SABES?

- Se te nota por... bueno.

Saki se tapó.

- ¿En seeerio?  Ay... qué vergüenza. Yo... quería hablar de eso contigo... Es que... he perdido.... he perdido mi sujetador cerca de los jardines del Club de Jardinería, ¡no lo encuentro! 

- WTF

- ¡N-No preguntes! Solo... ¿podrías ayudarme a encontrarlo?

- ... Etto... ¡Claro! Claro.

Terminada la conversación, me dirigí sola al Club de Jardinería. Qué remedio... tenía que hacerle el favor a Saki Miyu. Mandé un mensaje a Info-chan hablando sobre lo ocurrido. En pocos minutos recibí un mensaje de Info-chan: "El sujetador? Jajajaja, lo cogí tras hacer un par de fotos a Saki haciendo cositas con Ryusei Koki~ jijiji. Te tiraré el sujetador desde la ventana. Luego envíame en cuanto puedas una foto de Saki sin sujetador."

- De acuerdo (Nunca me imaginé que Saki Miyu y Ryusei Koki tuvieran algo o.o)

 Me acerqué al edificio. La ventana del último piso había sido abierta y de ahí cayó un sujetador azul celeste. Lo cogí y corrí a dárselo a Saki. 

- Saki-chaaaan - exclamé tras hacerle un par de fotos a sus pechos sin sostén >:)

Saki dejó a sus amigas y fuimos a un lugar privado.

-¡Oh, sí! ¡Es ese! ¿Dónde estaba?

Se lo di.

- Se quedó enganchado en un arbusto.

- ¡Aaaaah, claro! Por eso no lo encontraba... Muchísimas gracias, te lo agradezco un montón. Te quierooooo >D<

Me abrazó. Ohhh~ Asique ahora tenía a una amiiiga~ èUé jiji